Porsche 550 Spyder, un clásico del 55 para coleccionistas.

Dicen de este Porsche de 1955 que es uno de los más deseados de todos los tiempos, entre otras cosas porque solo se fabricaron 90; este en particular está magníficamente conservado tras detalladas restauraciones llevadas a cabo en 1988 y en 1992; hablamos del Porsche apodado ‘Giant Killer’ (asesino de gigantes) porque desde su presentación en el año 53 causó sensación en las carreras al derrotar a vehículos que, a priori, eran más poderosos que este Spyder de motor central.

El Porsche 550 Spyder dejó de fabricarse en 1959 y, casi desde ese mismo momento, se convirtió en un clásico que todavía hoy es perseguido por los coleccionistas de coches.

Este Porsche 550 Spyder es el chasis 550-0050, se copletó en junio del 55 y fue vendido a un cliente en la costa oeste de Estados Unidos (buena parte de la producción de este modelo acabó al otro lado del Atlántico); por aquel entonces lucía pintura plateada a interior negro; tras varios cambios de dueño, fue a finales de los 80 cuando el cliente japonés Sr. Yoshida decidió someterlo a una restauración completa; diez años más tarde nuestro Porsche acabó en Francia, en manos de Claude Picasso (sí, hijo de Pablo Picasso y respetado coleccionista de coches); tras varios cambios de manos más, en 2005 fue subastado en París y David Holder, director ejecutivo de la cadena de pastelerías más famosa de París (Ladurée) fue quien se hizo con él y quien lo disfrutó hasta 2008, año en que lo vendió a un propietario que nunca lo mostró en público.

En perfecto estado de conservación, este Porsche 550 Spyder está listo para completar cualquier colección de vehículos y también para participar en cualquier exhibición ¿quién será su próximo dueño? ¿lo exhibirá o lo querrá solo para su deleite personal? el tiempo dirá…