250 West 81st Street, el apartamento que sueñas en Nueva York está ahí.

Robert A.M. Stern Architects es una de las firmas de arquitectura más respetadas de Nueva York, arrastra una larga trayectoria sembrada de magníficos proyectos desde su fundación en 1969, proyectos entre los que destacan siempre (y no sólo por su altura) sus lujosos edificios residenciales en la ciudad de Nueva York; hace ya unos meses conocimos el proyecto que ahora remueve el mercado inmobilidario de una de las ciudades del mundo en las que la vivienda es más cara y lo hace porque, si bien no se puede decir que estos apartamentos sean baratos (los más ‘económicos’ superan los 3 millones de euros), sí es cierto que, en comparación con otros proyectos de Robert A.M. Stern Architects, los apartamentos de 250 West 81st Street se presentan con cifras menos escandalosas que, por ejemplo, los del número 220 de Central Park South, también obra de Robert A.M. Stern Architects, donde el más ‘barato’ de los apartamentos se vende por un importe que supera los 11 millones de dólares.

Esta nueva y elegante torre neoyorquina cuenta con 31 viviendas, una terraza de uso común en el cielo de Nueva York y el tejado del edificio, una cancha deportiva multiusos, un gimnasio con los últimos avances tecnológicos, un estudio de grabación (como lo lees…), una sala de juegos para niños, un simulador de golf (para que practiques…), una terraza de estar y una biblioteca ¿quién querría hacer planes fuera del edificio viviendo en esta magnífica torre?.

Los apartamentos que están actualmente en venta en 250 West 81st Street, algunos de los cuales acaban de llegar al mercado inmobiliario neoyorquino, son de capricho: con dos dormitorios completos, ambos con baño privado y el principal además con vestidor, una elegante y luminosa cocina gourmet abierta al comedor y con el salón al fondo, los apartamentos más pequeños de esta torre superan los 3 millones de dólares mientras los de 3 habitaciones hacen lo propio con los 5 millones de dólares; en ambos puedes disfrutar de uno de esos pequeños lujos en los que no piensas hasta que lo tienes delante… una bañera con vistas a la ciudad (sí, algunos de los cuartos de baño de este edificio cuentan con grandes ventanales a la calle).