Reconocido teórico de la literatura, destacado historiador de la ideas y analista de la cultura, Todorov nació en las vísperas de la Segunda Guerra Mundial en Sofía, capital de Bulgaria, donde estudió filología eslava con maestros como Roman Jacobson. en las vísperas de la Segunda Guerra Mundial en Sofía Durante veinticuatro años vivió en la Bulgaria comunista para, en 1963, emigrar a París, para completar sus estudios con Roland Barthes y Gérard Genette. Una tía suya, residente en Canadá, quería socorrer a su familia ayudando económicamente a sus sobrinos en un país occidental. Mientras se doctoraba, le llamaba la atención que muchos de sus compañeros soñaran con instaurar un régimen político parecido al que él había dejado atrás.
Todorov llegó a París en un momento en el que los estructuralistas franceses acababan de descubrir a los formalistas rusos, pero no sabían ruso. En Bulgaria, Todorov había aprendido el idioma, aunque para evitar problemas políticos se había dedicado a los aspectos técnicos de la literatura. Con Barthes y Genette, introduce el estructuralismo en Francia. Se le conoció inicialmente por su selección y versión de la gran crítica rusa, Teoría de la literatura de los formalistas rusos, un trabajo publicado en 1965, prologado por Jakobson, que se tradujo de inmediato a muy diversos idiomas.
A continuación, Todorov publicó trabajos como Literatura y significación; Poética; Gramática del Decamerón; Introducción a la literatura fantástica -donde define lo fantástico, un espacio en equilibrio entre lo extraño y lo maravilloso-; Poética de la prosa; Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, o Les genres du discours. Más tarde evolucionó hacia la historia del pensamiento y el análisis cultural, con ensayos de gran resonancia que se han convertido cada vez más en ensayos de interpretación general, como La conquista de América –su primera investigación sobre la alteridad-; Frágil felicidad. Un ensayo sobre Rousseau; Nosotros y los otros; Cruce de culturas y mestizaje cultural; Las morales de la historia -Premio Rousseau 1991-; Frente al límite, sobre los campos de concentración; La vida en común; El espíritu de la Ilustración; Elogio del individuo: ensayo sobre la pintura flamenca del Renacimiento y El miedo a los bárbaros.
Autor de medio centenar de obras, Todorov ha sido profesor de la École Pratique de París, en la Universidad de Yale y en Vincennes, ha sido director de investigaciones del Centre de Recherches sur les Arts et le Langage. Todorov fue un intelectual comprometido e interesado en una amplia variedad de campos de estudio, desde la crítica literaria hasta la historia del arte, hasta su faceta más prolífica en los años 90 del siglo pasado, la de historiador.
Recibió, entre otros galardones, el Premio Europeo de Ensayo Charles Veillon 1998, el Premio Charles Lévêque de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia, la primera edición del Premio Maugean de la Academia Francesa y el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales 2008. El jurado del galardón destacó su conocimiento en el desarrollo de las democracias, el entendimiento de las culturas, el desarraigo, el reconocimiento del otro y el impacto de la violencia en la memoria colectiva.
“Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría…, significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros.”
“La Historia nos ayuda a salir de la ilusión maniquea en la que a menudo nos encierra la memoria: la división de la humanidad en dos compartimentos estancos, buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables.”
“Pocas personas se sacrificarían hoy día por Dios, por la nación o por la clase obrera, es decir, por abstracciones, pero muchos padres están dispuestos a sacrificarse si la vida de sus hijos está en peligro y lo mismo se podría decir de otras formas de amor.”
“Si, como ser humano, al final de mi vida me preguntaran qué es el éxito, respondería que es haber vivido una vida en la que viví, amé y respeté y fui respetado por los otros a los que amé y respeté.”
“El rol de los intelectuales no es seguir la corriente, sino perseguir la libertad, preguntarse por ella, y transmitir los resultados de su pesquisa. Y no tener miedo.”
“La guerra es más poderosa que las razones por las que se va a la guerra. Hoy casi todas las guerras que lidera Occidente se presentan como si fueran humanitarias.”
“El extranjero no sólo es el otro; nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver
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