Desde mediados del siglo XVI hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, la persecución de los depredadores no sólo estaba permitida en España sino fomentada mediante pagos cuya liquidación dependía de los ayuntamientos. Existía la figura del alimañero, el profesional que, para estimular un sector tan importante para los recursos públicos como la caza, se dedicaba a la matanza renumerada de lobos y zorros. Y también, a partir de finales del siglo XIX, al exterminio de la garduña, el tejón y el hurón, el lince y el gato montés, el lirón careto, las rapaces diurnas, lechuzas y búhos, y restantes carnívoros. Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XX se produjo un cambio gradual de mentalidad.
En esa época comenzaba a hacerse famoso un estomatólogo que hablaba de cetrería. Se llamaba Félix Samuel Rodríguez de la Fuente y había nacido en el seno de una familia de cómoda posición social en Poza de la Sal, pequeño pueblo burgalés donde vivió una infancia libre y montaraz. Gracias a su carisma y a su capacidad de cautivar mediante la imagen y la palabra, Félix consiguió despertar una actitud sensible hacia los animales y sus hábitats en millones de incondicionales seguidores. Félix, el Amigo de los Animales como popularmente se le conocía, fue un hombre honesto y revolucionario que consiguió trasmitir a toda una sociedad un nuevo paradigma de la relación respetuosa entre el hombre y la naturaleza. No fue el único ni el primero, pero sin duda fue el más carismático, el más influyente, el más respetado y el más querido.
Desde que era un niño, a Félix le fascinaron aquellas alimañas proscritas que también perseguían en su pueblo. En Valladolid, durante su época universitaria cultivó su pasión naturalista en compañía de José Antonio Valverde, el Padre de Doñana, en aquella época estudiante de Biología que le enseñó el método clásico y riguroso de apuntar todo lo que veía, recoger excrementos, huevos y nidos. Cambiar los hábitos adquiridos durante siglos y transformar la mentalidad colectiva de repulsa hacia los animales fue su vida. Y no fue tarea sencilla, de hecho le costó la vida. Su sueño de reconciliación con nuestro entorno quedó reflejado a través de los programas de TV Fauna y El Hombre y la Tierra –serie ibérica, venezolana y canadiense-, Alas y garras y Señores del espacio, la enciclopedia Salvat de la Fauna y los fascículos de La Fauna Ibérica, entre otras publicaciones.
“La cultura tecnológica está obligando al hombre a vivir en cárceles confortables, en inmensos laberintos sin horizontes, hechos de cemento, hierro y cristal.”
“Todos debemos ir engrosando ese pequeño ejército de los que un buen día dijeron que había que hacer algo para proteger a una Madre que no se queja, que nos ha dado todo lo que tenemos...”
“El hombre no es un ovni venido de una lejana galaxia; el hombre es un poema tejido con la niebla del amanecer, con el color de las flores, con el canto de los pájaros, con el aullido del lobo o el rugido del león.”
“La Catedral de León o las Piramides de Egipto las podemos destruir cuando queramos, todo es cuestión de dinamita y reconstruirlas cuestión de tiempo; pero cuando desaparece una sola especie animal, la hemos perdido para siempre, porque crear sólo Dios puede hacerlo.”
“En la agreste infancia de la meseta burgalesa pedía a mis buenas niñeras que me contaran una historia de lobos, y con estas historias me dormía, arrullado por la seguridad de la casa, dulce y confortable.”
“Queremos en todos los momentos hacer cultura, acercar al hombre algunos retazos de lo que hace posible la existencia; en otras palabras, llevar a casa de todos un poco la naturaleza.”
“En las raras ocasiones en que los esfuerzos que vengo realizando en denfensa de los animales salvajes han llegado a fatigarme, me ha bastado pensar que la Naturaleza pertenece a los niños para reanudar mi batalla...”
“¡Que oportunidad, empezar a decir en Televisión lo que hay que decir y convencer a las gentes de este país de que están acabando con lo mejor que tenemos...”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver
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