Vigo Motorcycle. La supermoto eléctrica que sólo quiere ser supermoto.
Los ingleses de Vigo Motorcycles tienen una supermoto eléctrica en desarrollo donde, por fin, lo de menos es que sea eléctrica.
En esto de las motos eléctricas -en realidad en todo tipo de vehículos propulsados de esa manera- se está llegando a ese punto en el cual, superada ya la primera fase de asombro, de prototipos, de modelos a los que les basta anunciar estar dotados de esa tecnología para destacar, estamos llegando a un segundo espacio de desarrollo en el cual las motos que se presentan deben decirnos algo más, darnos argumentos de peso además de que estén movidas por un motor eléctrico. La gente de VIGO Motorcycles han entendido a la perfección el momento en el que nos encontramos y se ha lanzado a la creación de una superbike en la que lo eléctrico ya no es ninguna excusa, si no un medio para conseguir un fin: que este lo más cercana a la perfección.
El resultado del esfuerzo no puede ser más efectivo, a la vista de las imágenes y los números presentados, que por cierto lo hacen animando a que cualquiera colabore con la financiación del proyecto mediante crowdfunding. La VIGO es bella y tiene las líneas de esas motos que parecen estar corriendo aún estando paradas. Sorprende el hecho de que exista un depósito siendo un vehículo eléctrico, pero en realidad se trata de un espacio para almacenar cualquier cosa aprovechando el hueco dejado por el combustible en una moto tradicional. Basculante monobrazo y fibra de carbono como material empleado en bastantes de sus piezas completan una primera impresión satisfactoria.
Pero donde las bazas de la VIGO son especialmente ganadoras es el terreno de las prestaciones. El motor está alimentado con baterías de 21 KWh que le dan una potencia de 120 CV para conseguir una aceleración de 3,2 seg para los 100 km/h con una velocidad punta de 290 km/h. Y la autonomía, ese talón de Aquiles tradicional de los motores eléctricos, es de ni más ni menos que de 640 km, ahí es nada. El tiempo de recarga, otro de los argumentos que se suelen esgrimir en contra de lo eléctrico, baja hasta la media hora. Definitivamente, la VIGO no es una moto normal, pero la razón de no serlo no es que sea eléctrica, es que es una supermoto, lo mires por donde lo mires.