La casa más bella.

La cosa más bella, cantaba Eros Ramazzoti, la casa más bella, pensamos nosotros viendo la que ha diseñado la arquitecta Olga Kleitman.

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Nos gusta la arquitectura de vanguardia cuándo se rinde a la armonía en sus líneas y crea conjuntos de una belleza incuestionable como esta casa; se trata de una vivienda  en los suburbios de la ciudad, no lejos pero sí apartada del despiadado ritmo de vida urbano y pensada para dar refugio y descanso a sus habitantes; Olga Kleitman es la arquitecta que ha dirigido el proyecto desde el equipo de arquitectos de SBM Studio e ivan Avdeenko el fotógrafo gracias al que podemos conocer tanto el diseño exterior como los detalles más íntimos de esta casa.

Para descubrir esta vivienda viajamos a Ucrania, a Kharkiv Oblast -una provincia oriental del país que tiene frontera con Rusia, tal es la influencia de sus vecinos rusos en esta provincia que casi la mitad de sus habitantes hablan ruso a pesar de que más del 70% son de origen ucraniano-. Aquí, en el corazón de Europa del Este, encontramos esta bella y acogedora vivienda de geometría armónica y perfecta que pone sus 160 metros cuadrados al servicio de sus habitantes.

La parte central de la vivienda se reserva para la zona de estar y la cocina, que es abierta, a ambos lados se distribuyen tres grandes habitaciones y una cómoda y protegida terraza rodea la vivienda y permite a sus habitantes disfrutar de bellas vistas del exterior. El ladrillo visto y la madera, además de las paredes oscuras de la cocina, can calidez a un interiorismo que incluye la ineludible chimenea para una vivienda ubicada en una zona de duros inviernos aunque a nosotros lo que más nos ha llamado la atención, y atraído irremediablemente, han sido las dos grandes lámparas de pie ubicadas en la zona de terraza.

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Arquitecto: Olga Kleitman
Estudio de Arquitectura: SBM Studio
Fotos: Ivan Avdeenko
Año: 2016
Lugar: Kharkiv Oblast – Ucrania

Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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