Ferretti 450, el yate que llegó a París.

Un yate es un capricho excesivo, más un sueño que una certeza, un deseo y uno de esos objetos que al verlos nos conquistan y nos arrancan un ‘tal vez algún día…’ que suena siempre poco convincente; pero nos gusta el mar, nos atrae irremediablemente y el único modo de hacerlo un poco nuestro es navegarlo; por eso en Ferretti no dejan de innovar recreándose en su vasto saber náutico, su última propuesta se ha presentado estos días en el salón náutico de París, es su modelo 450.

Se trata de una embarcación compacta y elegante, luminosa por dentro y deportiva por fuera, funcional, decorado a la italiana, en ese punto justo de elegancia, riqueza, calidez y pureza que llamamos sofisticación; la superficies lacadas, los tonos amaderados y la riqueza de los textiles completan un interiorismo a la altura de este excepcional yate.

Ferretti desveló su 450 en Cannes pero el Salón Náutico de París es una cita muy destacada en este tipo de exihibiciones, y es que el glamour de la capital francesa también sabe de embarcaciones; tras esta cita vendrá Düsseldorf, donde se celebra el encuentro náutico más importante de Alemania, ya el próximo año, y, a partir de entonces, Ferretti dará por terminada la puesta de largo de su 450 que su pone, además, su presencia triunfal en el mundo de los yates de lujo de 40/50 pies de eslora.