Cómo sería mi casa si…

Seguramente la mayoría querríamos que nuestra casa fuera como un hotel, un «gran lujo» pensado para el confort, con spa, conserjería y seguridad 24 horas, gimnasio, entrenador personal, masajista, piscina cubierta, piscina privada, completamente domotizada (controlable desde tu ipad, claro), con autoclimatización sin corrientes, iluminación interior como si de un museo se tratara, con audio y vídeo de Bang&Olufsen, una cocina de Bulthaup, cerámica de flaminia y grifería de Dorn Bracht… y la «bathtube» de Philipe Stark.

Y todo lo confiamos a arquitectos de la talla de Marcio Kogan o del paisajista Fernando Valero, para que creen una casa de líneas puras y de espacios racionales que se adapte a nuestro estado de ánimo. Por ejemplo.

Pues eso, tal cual, con todo, es lo que ha hecho Caledonian con sus urbanizaciones LIFE, como la madrileña «Altos del Hipódromo», que además, por si le faltaba algo, está situada junto al parque natural de Monte de El Pardo y tiene unas maravillosas vistas a la sierra y a la ciudad.