MV Agusta F3 AMG. Dos ruedas para tener seis ojos.

Un día, Audi y Mercedes-Benz se dieron cuenta de que aquello de las seis ruedas le funcionaba bastante bien a su amigo BMW. Lo de compaginar las cuatro ruedas de sus automóviles con las dos de sus motocicletas le daba un plus de imagen a la marca de la hélice. Como tampoco era cuestión de levantar de la noche a la mañana una marca de motocicletas para competir al nivel de las ya muy establecidas BMW, que eso es muy cansado y tampoco están los tiempos para probaturas, ambas marcas germanas volvieron sus miradas hacia una de las naciones con más solera en eso de poner motores entre dos ruedas y que además salgan con la belleza puesta: Italia.

Así que ni cortos ni perezosos, los chicos del grupo Volkswagen se fueron de compras en 2012 y volvieron con Ducati en la cesta. En cuanto a los de Mercedes, después de darse una vueltecita por el local, decidieron ser un poco menos gastones, y comprarse un cuarto (sin mitad) de otra marca mítica de los trasalpinos, MV Agusta, a ver como marchaba la cosa. Y la cosa, de momento, no marcha nada mal. Para ir abriendo boca, la firma italiana presentó en el pasado Salón de Frankfurt la F3 AMG, una moto compañera del deportivo de Mercedes AMG GT. Digamos que serían algo así como el Batmovil y la Batmoto, pero en europeo y amarillo. Si, Solar Beam Yellow, que viste el AMG GT y esta F3 AMG, combinado de manera espectacular con el negro en ambos modelos. El sueño sería un garaje con ambos. El sueño sería tener al menos tres pares de ojos para poder disfrutar de las seis ruedas de los dos.

En cuanto a la MV Agusta F3 AMG, comparte la motorización de su hermana «de calle»: 798 cc. que desarrollan 150 CV a 13.000 rpm, con un par máximo de 88 Nm a 10.600 rpm. La ventaja de la F3 respecto a otros modelos se halla en su ligereza. Tan sólo 173 Kg, lo que la permite competir de tú a tú con las grandes de su segmento. El conjunto lo completan un equipo de frenado Brembo Monoblock, una horquilla invertida Marzocchi y una centralita con control de tracción y control de par. Preciosa, rápida y certera. Es posible que ni con seis ojos logremos verla pasar, y nos quedemos con el resplandor amarillo.