Boom de la navegación en Cuba.
El aumento de viajes en barco de ocio entre EEUU y Cuba es un claro signo de la impaciencia para hacer irreversible la normalización.
Por primera vez en décadas, el gobierno estadounidense está autorizando viajes a gran escala en barco a Cuba. Desde que se restablecieron las relaciones diplomáticas en diciembre, el gobierno de Obama ha emitido permisos a docenas de barcos de vela, y a al menos cinco compañías de ferry, cuatro líneas de cruceros.
Los funcionarios de turismo de Cuba, los aficionados a la vela estadounidenses y los empresarios se frotan las manos ante la posibilidad de una vuelta a los días de antes de la revolución cubana, cuando miles de estadounidenses adinerados navegaban a La Habana durante los fines de semana.
Estados Unidos es el número uno en el mercado internacional de yates. En 2005 Fidel Castro llamó a los cruceros «hoteles flotantes» que «dejan su basura, sus latas vacías y sus papeles por unos pocos miserables centavos«. Pero su hermano y sucesor como presidente, Raúl Castro no parece no tener las mismas reservas. Cuba esta planificando nuevos puertos deportivos con miles de amarres para yates en la contaminada bahía de La Habana y en Varadero, a 90 minutos en coche.
Los primeros indicios de un auge de la navegación están dando lugar a contrastes surrealistas mezclando un creciente número de caras embarcaciones de recreo y a los pescadores cubanos.
El turismo en sí mismo continúa siendo ilegal bajo el embargo. El aumento de los viajes en barco de ocio no deja de ser un signo de impaciencia por parte de ambos países para hacer irreversible la normalización según los expertos. Existen dudas sobre si la isla podrá cumplir con lo que se espera genere una fuerte demanda de servicios de navegación de alta gama.
«La eliminación de las restricciones totales al turismo náutico por el gobierno de Estados Unidos parece que va a suceder en el corto plazo«, asegura José Luis Perelló, profesor de turismo de la Universidad de La Habana. «Eso no abriría solo las puertas a los amantes de la vela de Estados Unidos sino asimismo a muchos de otros países y clubes náuticos«.