Champaña y Borgoña Patrimonio Mundial de la Unesco.

Los viñedos tanto de la región de Champaña como los de Borgoña, que se encuentran entre los más célebres de Francia, han sido reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Los amantes del vino Borgoña y los habitantes de esta zona en Francia, desde el pasado 4 de julio están de enhorabuena. La UNESCO ha reconocido 2.000 años de historia y patrimonio de la región añadiendo a la Côte de Nuits y la Côte de Beaune a su lista de sitios del Patrimonio Mundial.

«Estamos muy contentos por la decisión, que reflejan ocho años de trabajo duro, de sensibilización y movilización de las comunidades«, aseguró Claude Chevalier, presidente de la Oficina Interprofesional de los Vinos de Borgoña (BIVB) a la revista especializada Wine Spectator. «Es el resultado de varios siglos de trabajo con el vino, utilizando un sistema inventado por los monjes cistercienses y que se ha mantenido desde entonces por las personas que trabajan en la industria del vino» añadió Chevalier.

La UNESCO asimismo ha reconocido la zona de Champagne votando para que las laderas viñedos, casas y bodegas de la región obtengan la categoría de «Paisajes Culturales Vivos». La zona elegida comprende los viñedos históricos de Hautvilliers, Aÿ y Mareuil-sur-Aÿ; la colina de Santa Nicasia en la ciudad de Reims; la Avenida de Champaña y el Instituto de Enología ‘Fort Chabrol’, en la ciudad de Epernay.

Después de tres años de investigación por parte de un comité integrado por 36 especialistas entre geólogos, historiadores, climatólogos, lingüistas, sociólogos, biólogos e ingenieros agrícolas, y de presentar un dossier de 600 páginas al Ministerio francés de Cultura y Ecología, se seleccionó el expediente y se presentó a la UNESCO en enero de 2014.

«La inclusión de esta región es una forma de reconocimiento, pero también una responsabilidad«, señaló Pierre Cheval, presidente de la Asociación Paysages du Champagne, en un comunicado. «Estamos obligados a preservar y mantener este paisaje, el saber hacer y el patrimonio para poder transmitirlo a las generaciones futuras. Tenemos una cita con la historia, nuestra propia historia«.