Un británico inventó la Alta Costura en Paris.
En 1858 Charles Frederic Worth, británico afincado en París inventó la Alta Costura en su Atelier situado en la Rue de la Paix.
La imagen de la alta costura es la del glamour y las supermodelos en las pasarelas. Un mundo lleno de lujo, diseñadores y multimillonarios con una copa de champán en la mano, y así volverá a ser durante esta Semana de la Moda de París.
Pero en realidad, todo comenzó de una manera mucho mas sencilla. En 1858 Charles Frederic Worth, diseñador de moda y comerciante textil británico, invitó a algunas señoras adineradas a visitar la casa de moda que tenia en la Rue de la Paix de Paris. Su esposa Marie se probaba los vestidos y los lucía dando vueltas alrededor de la mesa de su tienda/taller. Si al cliente le gustaba el diseño se le podía hacer a medida, y Worth firmaba sus creaciones como si de piezas de arte se tratara.
Esta ingeniosa idea convirtió a Charles Frederic Worth en el inventor de la Haute Couture o alta costura; dos veces al año modificaba radicalmente sus prendas, y a las clientas como la emperatriz Eugenia de Francia esposa de Napoleón III o Isabel de Austria no les quedaba otra opción que regresar repetidamente a fin de mantenerse al día con lo último en telas y diseño. En la actualidad eso tiene un nombre y es must-have.
A partir de entonces se empezaron a abrir en todo Paris casas de alta costura, hasta que en 1868 se creó la Chambre Syndicale de la Haute Couture, una asociación para proteger al gremio. En 1946 la asociación sindical contaba con 106 miembros, en 1952 la cifra cayo a 60, y en el año 2000 solo contaba con 18. En enero de 2002 después de la partida de Yves Saint Lauren quedaban 12. En la actualidad existen 11 miembros oficiales que son Adeline André, Atelier Gustavo Lins, Chanel, Christian Dior, Christophe Josse, Frack Sorbier, Givenchy, Jean Paul Gaulter, Maurizio Galante y Stéphane Rolland. Los miembros internacionales son Elie Saab, Giorgio Armani, Giambattista Valli, Valentino, Versace. Y los miembros huéspedes son entre otros Alexandre Vauthier, Bouchra Jarrar, Iris Van Herpen, Ralph & Russo, Julien Fournié, Maxime Simoens o Yiqing Yin.
Hoy en día, Haute Couture es una marca registrada y protegida legalmente que sólo puede ser utilizada por las casas de moda que cuentan con la autorización expresa del Ministerio de Industria francés. El listado de miembros se revisa anualmente.
La labor de la Chambre Syndicale de la Haute Couture, es la de vigilar quién está autorizado a entrar en la alta costura parisina y quién no. Las reglas más importantes son que cada Maison debe mantener un atelier con al menos 15 empleados contratados a tiempo completo; que la sede debe estar en París, y que tanto en los meses de enero y de julio, se deben presentar al menos 35 diseños únicos realizados de manera artesanal.
Poco después de la II Guerra Mundial, la Chambre Syndicale de la Haute Couture contaba con más de 100 miembros y aproximadamente 40.000 clientes en todo el mundo. A partir de mediados de los años 50, aparece el Prêt-à-Porter y hace posible la moda de lujo industrial, mucho más barata y fácil de vender, ya que un vestido de alta costura se tarda en coser unas 1.000 horas.
Existen únicamente unos pocos cientos de clientes para las creaciones de alta costura, principalmente princesas árabes, millonarias chinas y esposas de oligarcas rusos, algunos expertos pronostican que en el año 2020 desfilarán por las pasarelas los últimos diseños de alta costura.