La Fallaci empezó a escribir con 16 años. Y eso quería hacer siempre, escribir, ser una escritora valiente y comprometida. Y lo demostró sobradamente como corresponsal de guerra siguiendo todos los conflictos armados de la época y entrevistando a numerosos líderes políticos y celebridades. Quería contar historias con significado, utilizando un enfoque único, pues como ella dijo, no soy sólo periodista, también soy historiadora.
Oriana Fallaci nació en Florencia el 29 de junio de 1929 en una familia humilde de la Italia fascista de Benito Mussolini. El hecho de haber vivido los días heroicos de la resistencia, la empujó a adquirir un fuerte compromiso político desde una edad temprana. Una vez terminada la guerra ingresaría en la Universidad de Florencia para estudiar medicina, pero la abandonó poco después para dedicarse con toda su energía al periodismo.
Fallaci era la periodista a la que ninguna figura mundial se hubiera atrevido a decirle que no. Henry Kissinger, Golda Meir, Willy Brandt, Zulfikar Ali Bhutto, Muhammad El Gadaffi, Yasir Arafat, el ayatolá Jomeini. Casi todos la detestaban y eso le gustaba. Si yo fuera pintora e hiciera tu retrato, tendría o no el derecho a pintarte como me diera la gana?, le gustaba decir. Su moralidad nunca fue cuestionada, pero sus técnicas fueron muy polémicas, fuera y dentro del mundo del periodismo.
Alguien dijo de ella que combinaba perfectamente la penetración psicológica de una gran novelista con la insolencia de una niña malcriada. Ella negaba su reputación como una entrevistadora brutal, insistiendo que otros periodistas carecían de la valentía de hacer las preguntas que ella hacía. Y cómo las hacía. Donde otros buscaban la objetividad, ella prefería un enfoque que llamaba honesto.
Sus hábitos de trabajo eran espartanos. No dormía, no comía, no descansaba, no cogía el teléfono. Para ella no existían los domingos ni las fiestas, tan sólo los cerca de cincuenta cigarrillos que fumaba a diario y el papel en el que escribía lenta y reescribía obsesivamente. En su línea, comprometida con aquella civilización que estuvo a punto de ver desaparecer en su infancia, publicó tres libros feroces contra el Islam y contra la cobardía y mediocridad de lo que ella llamaba Eurabia.
“Los musulmanes niegan nuestra cultura y tratan de imponer la suya. Los rechazo, y esto no es más que mi deber para con mi cultura, mis valores, mis principios y mi civilización.”
“La libertad, como dijo Platón, es disciplina. No es la libertad para hacer lo que te de la gana, para no tener límites. La libertad requiere sacrificio. Es un deber antes de ser un derecho.”
“Hace ya cuatro años que hablo de nazismo islámico, de guerra contra Occidente, de culto de la muerte, de suicidio de Europa; una Europa que ya no es Europa, sino Eurabia.”
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver
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