Pedaleo asistido.

Yo también tuve una BH. Eran los 70, los primeros 80, y las BH eran nuestro modo de reconocer el mundo, de escapar del barrio y de andar por el campo en las largas vacaciones de verano.

Aquellas bicicletas no eran producto de una moda, en 1923 los Hermanos Beístegui se decidían a añadir la fabricación de bicicletas a su otra línea de negocio, las armas, con la que habían comenzado en torno a 1910. Hacia 1960, la compañía de Éibar trasladada a Vitoria un año antes, producía íntegramente sus bicicletas y hasta fabricaba motocicletas, y en los 90 se convertiría en una de las compañías de bicicletas más importantes del mundo tras comprar bicicletas Peugeot, Bianchi y Gitane.

Así que a nadie debería sorprender que en 2007 su proyecto BH Emotion se convirtiera en una opción más que interesante para disfrutar de la bicicleta en cualquier tipo de desplazamiento presentando sus bicicletas de pedaleo asistido (eléctricas) como la mejor alternativa a los vehículos de motor.

Estos son los tres últimos modelos, City (confort y esfuerzo cero, para la ciudad), Xtrem (de montaña) y Cross (para todo tipo de terreno) con la batería extraíble integrada en un tubo diagonal en la barra central y el Rear Drive System que recarga su batería de Litio Samsung de 324Wh en cada frenada y el motor «Brushless» de 350W en la rueda trasera, imperceptible, capaz de multiplicar por tres la fuerza ejercida en el pedal, que pesan de 21 a 24 Kg, completamente silenciosas, resultan ser además las de mayor autonomía del mercado. Y cuestan unos 1.800 €.

Tengo la sensación de que estas son las bicicletas con las que uno puede, tantos años después, volver a sentir aquellas emociones, aquél placer y aquella sensación de libertad. Debe ser por eso lo de Emotion.