Un aumento exagerado de las ventas resta exclusividad.
Un aumento exagerado de las ventas representa un inconveniente. El atractivo de un coche de lujo se basa en el prestigio y la exclusividad.
En los primeros tres meses del año, Audi, BMW y Mercedes vendieron en conjunto un total de 1,3 millones de vehículos en todo el mundo, un aumento del 9 por ciento frente al mismo periodo del año anterior. BMW vendió casi 451.600 unidades superando las 438.200 de Audi y las 429.600 de Mercedes Benz.
A pesar de una creciente ola de compradores, los fabricantes de automóviles alemanes BMW, Mercedes, Audi rara vez hablan en sus comunicados de prensa sobre el tema de aumentar los precios. Por lo general simplemente mencionan la métrica del rendimiento y los volúmenes de venta. Cada uno de los fabricantes parece empeñado en convertirse en líder del sector en términos de unidades vendidas.
Un aumento exagerado de las ventas representa en realidad un inconveniente para una marca, ya que el atractivo de un coche de lujo se basa en el prestigio y la exclusividad.
Ese prestigio pierde parte de su esencia cada vez que uno de estos coches sale del concesionario. «El tema con el lujo es que la gente no siempre quiere que su vehículo sea el nº 1 en ventas«, indica Lara Koslow, del Boston Consulting Group «El que compra un coche así, no quiere ser uno de muchos, quiere ser uno de pocos«.
En los últimos 10 años, el número de líneas de modelos de lujo en los EE.UU. se ha incrementado un 26 por ciento, llegando a un total de 90, asegura TrueCar, una plataforma de venta de coches online.
En 2020, Mercedes tiene pensado lanzar 30 modelos, incluyendo 11 vehículos totalmente nuevos. Audi, por su parte, asegura querer ampliar su línea de 52 a 60 modelos en 2020.
Sin embargo los ejecutivos de la industria automovilística alemana están practicando un juego peligroso, existe un estudio que demuestra que una gran gama de productos en expansión puede tener un efecto negativo en los negocios. Añadiendo opciones a menudo se desgasta la disposición de los consumidores para comprar.
Sin lugar a duda, habrá un ganador en la carrera de los coches de lujo este año, pero no será necesariamente la compañía que haya vendido la mayor cantidad de vehículos.