Donna Karan funda una escuela de diseño en Haiti.

La célebre diseñadora de moda estadounidense Donna Karan se ha asociado con la Parsons School of Design para fundar el DOT (Design, Organization and Training Centre), una escuela de diseño, organización y formación para artistas emergentes en Port-au-Prince, Haití.

A Donna Karan desde su primera visita a Puerto Príncipe después del devastador terremoto del 2010, le inspiró profundamente la artesanía del país. Lo ha visitado en múltiples ocasiones en los últimos 5 años para trabajar con los artesanos haitianos, y encabeza la Fundación Urban Zen, que trabaja para capacitar a los mismos proporcionándoles modelos de comercio sostenible.

La diseñadora de 66 años de edad, señala que siempre ha querido apoyar la formación profesional, “ya que cuando le das a alguien un trabajo, es como una caña de pescar. Se le está enseñando cómo hacerlo por sí mismo. Todo el mundo en Haití tiene una capacitación artesanal. Esa es su verdadera naturaleza», asegura Karan.

Inmediatamente después del terremoto que azotó Haiti, Donna Karan se involucró y  en 2010 lanzó el programa ‘Hope, Help & Relief Haiti’ (HHRH) en  colaboración con líderes de la música, la moda, el cine, las finanzas y el arte para recaudar fondos de ayuda. «Al principio, me pareció que era realmente importante ayudarles y proporcionamos tiendas refugio y alimentos. Posteriormente me di cuenta que aquí todo el mundo es un artista y la creatividad es una parte muy importante de su ser».

Algunos de los artículos que fabrica Karan en la Fundación Urban Zen son muebles, velas, collares de cuero de gran tamaño, jarrones de hojas de tabaco, lámparas o bolsas para las esteras de yoga hechas con T-shirts reciclados.

Ahora junto a la prestigiosa escuela neoyorkina de diseño Parsons, la Fundación Urban Zen también va a proporcionar herramientas y recursos para el DOT, la nueva escuela de diseño en Haiti.

Con el tiempo, Karan prevé llevar estudiantes de Parsons a Haití para colaborar con los artesanos haitianos y revolucionar la industria de la moda, que tal y como asegura la diseñadora está demasiado homogeneizada. «Cuando yo estaba empezando las diferencias entre Nueva York, París, Milán y Londres eran enormes. Ahora todas las tiendas son iguales, los mismos tipos de restaurantes, todo igual. ¿Dónde está la diferencia? Esa la tienen que marcar los artistas y los diseñadores«.