Tommy Hilfiger se va de boda.

¿Cómo sería una boda a la que todos los invitados fueran vestidos de Tommy Hilfiger? ¿Tendríamos ‘sobredosis’ de rojo, azul y blanco, los colores corporativos que no faltan en las prendas del modisto? ¿Saldría su logotipo por todas partes? Ya no hace falta imaginarlo, es posible apreciarlo gracias a la última campaña de publicidad de la firma, que nos presenta su colección de primavera de una forma muy original: como parte de una celebración de matrimonio.

Y no, no resulta recargado, ni hay logotipos ni un exceso de detalles inspirados en la bandera norteamericana. Lo que sí que encontramos es una apuesta clara por el blanco pero, ¿acaso hay otro color que simbolice más una boda en la cultura occidental?

Bajo el título ‘I Do Hilfiger’, la campaña reúne a familia y amigos en Sonoma, en California, con una novia que no podía ser otra que la supermodelo Behati Prinsloo, que luce animada y moderna en cada imagen. La apuesta es por la moda casual, por lo que se propone una boda menos convencional, con siluetas vaporosas, vestidos de gasa, camisas y trajes masculinos no excesivamente ceñidos y una paleta muy determinada por los tonos crema. «Es una gran fiesta al aire libre, la banda está en el césped y todo el mundo sube a escena. Así es como entendemos el amor, al estilo Hilfiger», explican desde la marca.

Según el propio Hilfiger, «para la próxima primavera, la colección fusiona un relajado toque rock-and-roll con un sello Costa Este«. Es lo que se aprecia en las imágenes que ha captado Craig McDean, con estilismo de Karl Templer y bajo la dirección creativa de Trey Laird, de Laird + Partners. Behati es el nuevo rostro, pero junto a ella hay otros que ya estuvieron en pasadas campañas como Arthur Kulkov, Julia Hafstrom o Bernard Fouquet. Entre todos montan una boda que, seguro, será la envidia de muchas novias.