Paule Ka. First, be a woman.

Primero sé una mujer, claman en Paule Ka titulando una campaña que no necesita título porque derrocha femineidad, elegancia, descaro y sofisticación por todos sus tejidos.

La modelo brasileña Raquel Zimmermann recorre, en tan solo seis looks y otras tantas imágenes de campaña, representa a la perfección seis mujeres o seis momentos de una misma mujer a lo largo de un día, una semana o un mes.

Cada look es diferente, cada uno un estilo pero todos con un denominador común: la elegancia más sofisticada; un look parisino de gorra y pantalón sastre, otro que evoca a Chanel en sus perfectos trajes de chaqueta, uno más con el lazo al frente, símbolo incuestionable del lado femenino de la vida; el negro viste la noche con vestidos entallados, bolsos de mano y una propuesta de largo con tul sobre los hombros y al aire.

Raquel luce cada una de estas propuestas -diseñadas por Serge Cajfinger– con el descaro que corresponde a una mujer rotundamente femenina y el fotógrafo sueco Andreas Larsson capta ese descaro con maestría; el resultado es una campaña que nos seduce tanto como las propuestas que muestra.

La elegancia tiende a vestirse en cierta sofisticación para resultar así de lo más seductor, por eso cuando Paule Ka clama primero sé una mujer, la clásica elegancia parisina, descarada y elocuente, se convierte en la inspiración más certera de un otoño y un inviernno que no puede gustarnos más.

El color se reduce al blanco y negro y se imponen los looks monocromáticos y el toque sofisticado se compone en los detalles, detalles que son complementos como gorros para tocarte sin necesidad de que el outfit sea de etiqueta, bolsos de mano de lo más coqueto y lazos de diversos tamaños decorando el tejido que compone los vestidos que pintan un otoño descaradamente femenino.