Cara Delevingne es Balmain.

Cara es una reputada modelo londinense, sobradamente conocida y adorada por firmas y fotógrafos, deslumbra siempre por su naturalidad tanto en campañas como en pasarela; la hemos visto vestida de la cabeza a los pies por las firmas más relevantes del panorama internacional y por nuestra funcional Zara, la recordamos pisando las pasarelas más importantes del mundo de las fashion weeks y la descubrimos en el cine como Princess Sorokina en Anna Karenina… y ahora la vemos como el rostro y el cuerpo de Balmain.

El otoño e invierno de Balmain sorprende por su sofisticación, las imágenes de campaña, emulando a la noche más profunda, destacan más si cabe esta sofisticación que reside en la elegancia del negro en contraste con el brillo del rojo o el amarillo y en detalles como los pelos y las plumas en prendas muy de etiqueta y vestir bien.

Claro que Balmain no sólo es vestir, también es lucir, y nadie como Cara y su rostro más dulce para mostrar las gafas de ver y de sol que luciremos la próxima temporada.

La modelo británica, con intenciones interpretativas ya confesas, no brilla sola en esta campaña; brillan las propuestas de la ilustre maison francesa ideadas por su director creativo Olivier Rousteing, brilla quien enfoca tan buen tino y crea unas imágenes tan bellas y seductoras, Mario Sorrenti; y brillan, con Cara Delevingne, la también británica Jourdan Dunn, muy bien acompañadas ambas por Issa Lish, Binx Walton, Ysaunny Brito y Kayla Scott.

Oliver Rousteing ha declarado además que la elección de este soberbio equipo de modelos responde a la inspiración que lo ha llevado a crearla, la belleza más allá de las etnias, al margen de los rasgos que caracterizan a cada raza, la belleza en su esencia, en cualquiera que sea su forma o color.

En definitiva y con Cara, la colección de otoño e invierno de Balmain es un sofisticado canto a la belleza.