Tirarse los platos a la cabeza, Abe The Ape.

Nunca un objeto fue tan práctico y tubo tan diferentes usos. El plato, es el rey de la mesa, de la cocina y ahora también de la decoración.

La firma Abe the Ape continúa imparable con su carrera en el mundo del diseño, abriendo su abanico de creaciones cada día e innovando con las ilustraciones que decoran sus piezas cerámicas.

La nueva colección, La joie de vivre (La alegría de vivir), invade la mesa con maravillosas mujeres, maduritas bajo los efectos de la histeria y la locura, con demasiadas pastillas encima y continuas ensoñaciones que las trasladan a universos oníricos.

Abe the Ape se constituye ya como una firma de diseño en el mundo de la decoración y la artesanía más trendy. Poniendo el foco en cuatro direcciones: ilustración, imagen corporativa, creación de objetos para el hogar y elaboración artesanal personalizada. Los resultados, una gran variedad de vajillas, cojines, cuadernos, bolsos, pañuelos y otros elementos decorativos que no dejan a nadie indiferente.

Abraham Menéndez, alma máter de la casa, tras trabajar para firmas de la talla de Suárez, Aristocrazy, Moisés Nieto, Kling, Alfred Besora, Alberto Puras, La casita de Wendy, Papiroga o Cafés La Estrella, destaca con ilusión entre sus últimas aventuras empresariales, colaboraciones con el Museo Thyssen y el Centro Cerámico de Talavera.

Coloridos a más no poder y con su permanente fondo blanco, ya sello de la casa, estos maravillosos platos de cerámica vintage, pueden ser usados al antojo del comensal.

Lo normal será colgarlos de la pared para dar un toque de estilo e ironía a alguna habitación de la casa, pero muchos son los que comen en ellos o se los tiran a la cabeza. Al fin y al cabo hasta para discutir hay que tener clase.