El cuadro escocés también en verano.

Es uno de los grandes clásicos que nunca falla en los armarios del buen vestir durante los meses más fríos del año. El cuadro escocés, junto con la pata de gallo, es uno de los míticos estampados con nombres imborrables que, año tras año, hace frente a las tendencias del momento y consigue mantenerse fiel entre las prendas más deseadas del invierno.

Pringle of Scotland es una de las marcas encargadas de dar sentido a este estilo legendario, con unas técnicas de innovación que han conseguido adaptar el cuadro escocés al punto y, así, ampliar sus propuestas hacia otras creaciones, como los rombos. Pero esta imagen, que evoca directamente los días más placenteros de nieve, lluvia y frío, ahora se traslada a los meses cálidos,  donde el tartan, el kilting y el argyle, clásicos de la firma, dan sentido a una colección 100% escocesa.

Loch Fyne ha sido el lugar escogido para situar la campaña primavera-verano, demostrando el origen de Pringle of Scotland y, así, representando el añorado verano de los amantes de lo tradicional y el confort.