Baby Dior, un juego de niños.

En 1967 Grace Kelly, la actriz, princesa y embajadora mundial de la elegancia, inauguró la línea Baby Dior. Desde entonces, muchas colecciones han pasado, pero la firma sigue manteniendo en su línea infantil todas las claves de éxito de la maison y la esencia más pura de la firma, eso sí, en versión reducida.

La delicadeza y los patrones elaborados sutil y refinadamente son dos de las máximas de la nueva colección para la temporada primavera verano de este año. La campaña presenta fotografías que parecen postales, realizadas en una mansión rodeada de increíbles jardines en los cuales reinan rosas de todos los colores, a cual más bellas.

Baby Dior refleja en cada prenda el joie de vivre de la infancia y su atractivo casi poético, demostrando que la moda puede ser también un auténtico juego de niños. En la colección se combina la cantidad justa de nuevas tendencias con prendas clásicas que no varían con el paso del tiempo y ya identifican a Dior como lo que es, una firma icónica.

Las niñas de Baby Dior visten prendas que derrochan una sensualidad inocente e invitan a soñar entre sedas, tafetanes y vestidos de organza. Vestidos de ensueño, con mucho vuelo y tonos rosas, pantalones pitillos tobilleros combinados con camisetas peplum y mucha inspiración romántica.

Los niños Baby Dior lucen prendas ajustadas pero a la vez cómodas y masculinas. El estilo de sastrería está muy presente en americanas, camisas y pantalones, con un toque elegante e informal al mismo tiempo, perfecto para los pequeños señoritos de la casa.