De aquí para allá.

El último monográfico de la revista Colors está dedicado al transporte. Mejor dicho, a los ingeniosos métodos que inventa la gente para trasladarse. Como Wu Lao 32, un robot diseñado y construido por el campesino chino Wu Yulu para que acarree el rickshaw en el que él y su esposa acuden al mercado. O Wang Qiang2, un avioncillo fabricado a mano con chatarra y herramientas artesanales por Wang Qiang, otro chino autodidacta que vendió su barbería para hacer realidad su sueño: volar.

El motivo por el que la revista de la Fabrica (el centro de investigación que Benetton tiene en Treviso, Italia) ha consagrado su monográfico a este tema es un intento de hacer reflexionar a la población mundial sobre la cruda realidad: «El 90% del transporte se mueve gracias al petróleo, un recurso que se agota rápidamente. En un futuro no muy lejano ya no será posible llenar los depósitos de los 140 millones de coches que circulan hoy en día por las carreteras de Estados Unidos, ni trasladar de puerto en puerto los 100 millones de contenedores que transportan cada año los cargueros, ni mantener en el aire a las 500.000 personas que en este mismo instante sobrevuelan algún lugar del mundo».

Así que Transport homenajea a esa gente que ingenia maneras artesanales, baratas y ecológicas de viajar. El material recopilado para el reportaje ha resultado soberbio, tanto que les ha animado a organizar una exposición que se podrá visitar hasta el 18 de septiembre en la galería de arte Hong Miao de Shangai. Es Transport: vehículos artesanales del mundo entero y reúne fotos, ilustraciones, videos y los propios artilugios que aparecen en los artículos.