Grandes damas.

Aún resuenan los fogonazos de la cámara del fotógrafo Michael Thompson sobre Amber Valletta y Shalom Harlow. Una sesión magistral de Tiffany & Co  para la temporada otoño / invierno 2013 que nos transporta a los rincones de una casa señorial, actual y llena de colores tenues y aromas barrocos, en los que una mujer toma el papel principal, iluminada como debe ser,  por joyería de primera línea.

Para la campaña, en la que se muestran las colecciones «Atlas» y «Tiffany 1837«, fue fundamental la labor de estilismo a cargo de Lori Goldstein, quien ya trabajara con fotógrafos como Annie Leibovitz para Vanity Fair, Steven Meisel para Vogue Italia, o directamente bajo el sello Versace.

Los  altos estándares de calidad y la excelencia artesanal que caracteriza a la casa de joyería más sonada del mundo queda a disposición de una nueva mujer, sutil, exquisita y elegante que piensa en sus complementos y en las joyas como pilar indispensable de cualquier look.

La colección Atlas, presentada en 1995 en honor al mítico dios griego es en estos días reinterpretada y elaborada con aromas y diseño renovados. Piezas sencillas como brazaletes, anillos, colgantes, y un espectacular reloj que con formas redondeadas y orgánicas se ilustran por clásicos números romanos. Oro amarillo, blanco y rosa de dieciocho quilates para acoger deslumbrantes cadenas de diamantes de talla brillante. Nuevas propuestas para una de las colecciones emblemáticas de la casa que no cesa en su empeño por innovar y no perder de vista al diseño más puntero.

Tiffany & Co fue fundada en Nueva York en 1837, sin duda momento cúspide de la historia de la joyería fina. Para conmemorarlo la firma presentó la colección “Tiffany 1837″ piezas clásicas que perduran impertérritas al paso del tiempo. Con decenas de anillos entrelazados, como si de todos esos años de historia se tratara, la colección dará el toque de distinción y buen gusto a estilismos tanto de día como de noche.