Una isla en el océano.

El astillero holandés Heesen Yachts tiene un merecido prestigio en el mundo de la navegación por su gusto a la hora de ponerse por delante retos cuyo cumplimiento no está al alcance de cualquiera. Y en este caso, el reto ha consistido en hacer realidad un proyecto que presentaron hace tres años en Salón Náutico Internacional de Mónaco bajo nombre en clave Omnia para su comercialización bajo pedido. Tan sólo un mes después recibieron el primero de ellos.

La clave del éxito del 65M Fast Displacement de Heesen Yachts radica en la introducción de un nuevo concepto que los ingenieros navales de Van Oossanen and Associates han tardado 20 años en desarrollar y que han llamado Fast Displacement Hull, que básicamente consiste en construir un megayate de 65 metros de eslora completamente de aluminio y cuyo casco de perfil bajo incide en una igualmente baja resistencia hidrodinámica, sea cual sea el régimen de revoluciones, lo que hace que sea un 30% más eficiente que la competencia.

El diseño exterior, elegante y aerodinámico se lo deben a Frank Laupman de Omega Architects que ha encontrado la forma de integrar el casco con una superestructura independiente que sólo contiene la cubierta del puente de mandos y la terraza, eliminando el típico voladizo de la cubierta de popa. Además, este megayate ofrece algunas características exteriores auténticamente envidiables, como un Duplex Beach Club que ocupa el 25% de las cubiertas principal y baja -situado en la banda de babor de popa- y una plataforma de baño de 22 metros cuadrados. En la cubierta inferior del Beach Club puedes darte una sauna, un baño turco o una simple ducha, además de tomarte una copa en el bar completamente equipado mientras ves cine al aire libre.

La piscina tiene un impresionante fondo de cristal que permite que la luz natural ilumine el interior del barco. Y es ideal para darte un chapuzón después de una sesión de solárium, disfrutar de un relajante crucero o como zona de entretenimiento en una noche perfecta. Además, la cubierta de proa dispone de una sala de estar al aire libre adicional, y un pequeño helipuerto tipo Touch&Go que puede llenarse de tumbonas cuando el helicóptero no esté. Y si quieres, abres las puertas del garaje, tipo alas de gaviota, de donde saldrán todas las máquinas acuáticas imaginables con las que pasar un divertido día en el mar.

Mucho más de lo imprescindible para alojar en su sofisticado interior, elegantemente diseñado por Bannenberg and Rowell, a doce personas con la comodidad de un cinco estrellas pero a una velocidad de crucero de 24 nudos, lo que supone aproximadamente el 75% de la potencia de sus dos motores. Su autonomía a 14 nudos es de 4.500 millas náuticas, lo que te garantizan unas vacaciones de lujo bien lejos del puerto base y muy cerca de la superficie del mar.