Unos gánster muy franceses.

Un buen día, cuando el pequeño no levanta todavía más que palmo y medio del suelo, descubres que los profundos ojos oscuros, tan vivos y tan despiertos, tan curiosos siempre y ávidos de ver y de mirar… miran mucho pero ven poco, al menos, un poco menos de lo que deberían.

Y antes de que te de tiempo a lamentarte ni a hacerte a la idea, antes siquiera de vestir el asunto en la naturalidad más absoluta para presentar al pequeño ese nuevo complemento que lo acompañará largo tiempo, te encuentras con unos gánster muy franceses que te arrancan la sonrisa y la ilusión porque descubres que hay quien ha pensado que tampoco en las gafas lo bello ha de estar reñido con lo útil.

Se acabó eso de volverse loco viendo y mirando gafas infantiles para tropezar una y otra vez en la misma piedra: las que te gustan no son y las que son no te gustan; porque tienden a gustarte los modelos sutiles y pequeños, monturas que no soportarán la loca vida infantil y cristales de los que escapará el mirar por arriba y por abajo… un caso de belleza sin utilidad alguna; y luego están las que podrían ser porque parecen más sólidas y de cristales más amplios… y te recuerdan a las que tuviste que llevar un día o, a lo peor, a las que has visto en una película del año tres.

Anne y Karoline debieron pensar lo que tú, que tendría que haber un modo y un modelo que aunara la belleza de lo sutil y la utilidad de lo sólido sólo que ellas, además de pensarlo, lo han hecho, han diseñado gafas para rostros pequeños y adolescentes que lucen bellas y solventes, Very French Gangsters es el nombre bajo el que nos las muestran.

La línea Very Pilot es la cuadratura del círculo, Very Pan Pan mantiene la línea tendente al recto y el cuadrato en la parte superior y redondea la inferior mientras Very Boss es una propuesta redonda que sólo podrán disfrutar los más pequeños. Y nuestra debilidad… el modelo Very Bombe que se nos antoja ideal para los rostros de las niñas porque, en la forma que tiende a redonda, destaca un sutil deje hacia la sien que evoca cierta forma de mariposa en la montura.

Gafas de ver y de sol, siempre el tamaño justo y con monturas de colores naturales y bellos en líneas suaves y limpias… y ellos que lucen bellos tras aquellos cristales mientras descubren en el mundo matices que hasta entonces resultaban imperceptibles a sus ojos, y será ese descubrimiento el que despierta su cara de pícaros, esa que los hace parecer unos gángster muy franceses…