Secretos de jardín.

Los placeres de la isla encantada fueron los primeros secretos que escondieron los jardines de Versalles; fue en 1664, cuando los majestuosos palacios, tres, que componen hoy el mágico lugar eran más sueño que realidad, el sueño del Rey Sol.

El rey paseaba el Louvre, como residencia oficial, antes de conocer Versalles, lugar que lo subyugó, al punto de convertir aquel pabellón de caza que mandara construir su predecesor bajo la corona de Francia, Luis XIII, en lo que es hoy el Palacio de Versalles.

En 1664 ya era Versalles un sueño a cumplir y, antes de llegar a convertirse en residencia oficial, fue refugio y lugar favorito como favorita era la bella Madmoiselle La Vallière, la primera amante del Rey Sol y la homenajeada en la primera fiesta celebrada en los jardines de Versalles, los placeres de la isla encantada fue el nombre de aquel secreto regalo…

Dicen que el Palacio se fue haciendo y deshaciendo al antojo del rey y sus amantes que no fueron ni una ni dos… claro que eso es sólo un rumor que se pasea entre los secretos del jardín.

Un lugar de tan inmensa belleza y grandiosidad, lleno de historia y de secretos, no podía escapar a la atención de Dior y hace ahora un año la campaña de la colección del otoño y el invierno que tocan ya a su fin vio la luz en él, en Versalles.

Hoy Dior vuelve a los jardines de Versalles y a sus palacios para sorprendernos y enamorarnos con una campaña en la que los secretos son las flores de otoño y las bellas mujeres, somos nosotras.

Inez Van Lamsweerde y Vinoodh Matadin son quienes convierten Versalles en un sueño real para Dior, uno en el que la bella modelo Daria Strokous se convierte en Maria Antonieta sobre la evocación de un lienzo de Monet.

La campaña de Dior para el otoño que vendrá es un cuento o quizá un sueño, un sueño como el que llevó a Luis XIV a construir el Palacio de Versalles y convertirlo en residencia real.

Si un sueño hace palacio, no dudemos pues, y soñemos.