Juegos en el nido.

Los dobles usos siempre son un reclamo cuando se trata de invertir en los más pequeños.

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Heidi Schaefer, diseñadora sueca de padres alemanes y con residencia en  Nueva York hasta 2009, pasó por la experiencia de ser madre no sin inquietudes. Su pequeño piso de la ciudad de los rascacielos, le ponía muchas limitaciones de espacio, cosa que cuando viene un bebé se convierte en todo un problema, por la cantidad y por el tamaño de cada accesorio.

Nesta, su primer hijo ya estaba de camino, y ella por aquellas andaba buscando un espacio seguro y natural, en el que su pequeño pudiera descansar durante sus primeros nueve meses. Una búsqueda que después de visitar un sin fin de establecimientos, finalizó en el taller familiar, creando un diseño propio con la ayuda de su padre.

Y así es como surge Nesta’s Nest. El nido de Nesta. Un moisés de lana virgen 100% en color gris, con una fina base de madera de haya y unos pespuntes a elegir entre cuatro colores (naranja, celeste, rosa y beige), que se apoya sobre unas patas de madera de abedul, y que sólo está disponible bajo pedido, ya que así la firma logra preservar la calidad de su elaboración artesanal made in Berlin.

Materiales naturales que dotan a esta cuna-nido de un aspecto suave y calentito, pero que además cuenta con una doble utilidad. Y así, ya sin esas patas de estilo caballete, pasa de nido a juguetero, ocupando un lugar más en la habitación infantil, conteniendo la diversión de los más pequeños, ahora sí, sine die.

Más información Nesta's Nest

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