Una noche en la Gran Pirámide de Memphis.

Hay hoteles que se salen de lo común. Ya hospedarse en un cinco estrellas con forma de pirámide egipcia sería bastante llamativo, pero quizás porque forma parte de la oferta de Las Vegas desde hace décadas o por su historia milenaria, en Memphis pensaron que no era suficiente. Así, los creadores del Big Cypress Lodge quisieron añadir un toque propio de Tennessee, el Estado en el que está el complejo, y homenajear a los bosques de cipreses dentro del propio hotel.

El resultado es el Big Cypress Lodge, sin duda uno de los hoteles más asombrosos de Estados Unidos, por no decir del mundo, en tanto que alberga, dentro de la pirámide de acero y vidrio, perfectamente reflectante en medio del Misisipi, un total de 100 habitaciones y suites que son realmente casas en los árboles. Es decir, como tener nuestra habitación en la copa de una secuoya, pero estando el árbol dentro de Keops…

Más surrealista, imposible. Pero no por ello menos lujoso e interesante. La decoración sigue precisamente este tipo de motivos de naturaleza autóctona, sobre todo con lo relacionado con la caza de patos, que es habitual en esta zona de lagos. La decoración de Ducks Unlimited ya da buena cuenta de ello.

Además, en cada habitación hay chimenea (todo protegido para que un hotel con tantísima madera y árboles naturales no salga ardiendo, claro), muebles creados artesanalmente, balcón, porche… Y las mejores vistas se tienen desde la Suite del Gobernador, que permite vistas de 360 grados. Solo por encima se encuentra el restaurante, en la planta 13, junto a una bolera y un ascensor de récord.

La bolera es precisamente el típico lugar que uno espera encontrar en un entorno rural de Estados Unidos, con su grill y su menú 100% americano. Pero el complejo también tiene un restaurante más especial, The Lookout, con vistas de 360 grados y una carta en la que destacan platos típicos como las Alitas de pato de Memphis y una carta de Bourbons con alrededor de una docena de ellos, tanto de Tennessee como de Kentucky. Incluso los Martinis son del lugar.

Toda una aventura para vivir el Medio-Este norteamericano de la forma más auténtica y divertida. Desde 205 €/noche.