En el agua. En el living.

Y comienzas. Flexionas las piernas y estiras. Inspiras. Codos que se pliegan y estiras. Bien. Resulta fácil. Movimientos fluidos y constantes. Inspiras y expiras. Una y otra vez. Y otra vez más. Hasta que la secuencia se convierte en algo mecánico, tu mente se relaja y comienzas a pensar en otras cosas. Inspiras. Expiras. Te gusta. Aumentas el ritmo. Las pulsaciones se aceleran, pero continúas. Inspiras y expiras. Más. ¡Vamos!, un poco más que ayer. Descubres que el tiempo pasa y empiezas a ser consciente de tus músculos. Los sientes, pero no los sufres. Satisfacción. Sigues. Inspiras. A por las piernas firmes. Más. A por el postre tentador, que estuvo de más, pero ¡ay! qué rico. Inspiras. A por el las horas sentado frente al ordenador. Expiras. ¡Oh!, ¿que el bíceps se resiste? Mira cómo te entreno. Más.

Mientras trabajamos nuestro cuerpo, las WaterRowers nos transportan a un idílico paisaje remando por lagos cristalinos. Porque su sistema WaterFlywheel ha sido diseñado para reproducir la sensación de estar en un bote. Y más allá del sutil sonido de un oleaje suave mientras haces ejercicio, el secreto de su efectividad está en la utilización del agua en su rueda de inercia, que hace que el movimiento sea tan real, fluido y eficaz.

Además, estas máquinas de remo han sido cuidadosamente creadas a mano, con una estética simple que combina forma, funcionalidad y durabilidad. Su armazón de madera ayuda a reducir cualquier ruido metálico o vibración. Y su diseño compacto permite ubicarlo hasta en espacios pequeños. Incluso puedes guardar la WaterRowers en posición vertical y luego aprovechar las ruedas que tiene incorporadas para transportarla al espacio que más te inspire.

¿Quién necesita un lago cerca cuando puedes viajar mentalmente a todos los que quieras mientras entrenas?