Ernst Mach: realidad, percepción y sentidos.
Gran parte de las aportaciones de Enrns Mach a la ciencia estuvieron determinadas por sus traumas infantiles...
Las personas que nos mareamos en los coches o que padecemos vértigo sabemos muy bien que se debe a un problema de nuestro oído interno. Hay una pieza, el caracol, que contiene un líquido que se mueve dentro de tal manera que gracias a ello el hombre controla el sentido del equilibrio y el vértigo. Pero poca gente sabe que lo descubrió un científico austriaco llamado Ernst Mach.
Además de ese hallazgo, Ernst Mach (1838-1916), hizo grandes aportaciones a la Física, a la Filosofía de la Ciencia y a la Psicología. En Física, se centró en la física experimental, en concreto en la interferencia, difracción, polarización y la refracción de la luz en diferentes medios por factores externos.
También fue un innovador en el campo de la velocidad supersónica de los proyectiles. Mach dedujo experimentalmente y confirmó la existencia de una onda de choque cónica con el proyectil en el vértice del cono. La relación de la velocidad del proyectil y la velocidad del sonido se llama el número de Mach.
En filosofía de la ciencia, rebatió las ideas de Newton convirtiéndose de alguna manera en antecedente de Einstein (aunque Einstein se manifestaría en contra de algunas de las ideas de Mach posteriormente). También hizo muchas contribuciones a la psicología y la fisiología, incluyendo su descubrimiento del efecto oblicuo y de las bandas de Mach, una ilusión visual que se centra en la percepción de diferentes tonos de gris, y su previsión de fenómenos gestálticos,.
El principio de la Gestalt sostiene que el ojo humano ve los objetos en su totalidad antes de percibir sus partes individuales, lo que sugiere que el todo es mayor que la suma de sus partes. La psicología de la Gestalt trata de comprender las leyes de nuestra capacidad para adquirir y mantener estables las percepciones en un mundo ruidoso. Los psicólogos de la Gestalt consideran que la percepción es el resultado de interacciones complejas entre los diversos estímulos. El efecto gestalt es la capacidad de generación de forma de nuestros sentidos, en particular con respecto al reconocimiento visual de figuras y formas enteras en lugar de sólo una colección de líneas simples y curvas.
Un curriculum impresionante. Y, lo que no sabe mucha gente, es que gran parte de sus aportaciones a la ciencia estuvieron determinadas por sus traumas infantiles.
El pequeño Ernst creció en una granja aislada en las proximidades de Viena. Su padre estaba casi todo el día fuera y su madre no era la persona idónea para resolver las preguntas que su inquieta mente infantil le planteaba. No tenían vecinos, su hermana y él no jugaban con niños, no se relacionaron con otros verdaderamente hasta los quince años. Y la persona que ayudaba en la casa les contaba fabulosos cuentos de hadas. Ese aguijón a la imaginación de Ernst y su hermana era reforzado por el gusto del padre por los juegos de magia, de manera que cuando estaba, le encantaba entretener a la familia mostrando los trucos aprendidos. En este entorno, Mach se encontró con dos fuertes obstáculos.
El primero era que tenía un problema en la visión: no era capaz de percibir correctamente el sombreado y la perspectiva en los dibujos. Le parecía que las sombras de los cuadros eran un capricho de los artistas y no entendía cómo alguien podía pretender que un dibujo en una tabla plana de una silla pudiera representar una silla con todos sus atributos. Y precisamente uno de sus campos de estudios fue el de la percepción visual y en concreto una ilusión óptica. Y otra de sus especialidades se centró en la psicología de la percepción.
El otro bache en el camino fue su necesidad de buscar causas a los fenómenos naturales que observaba, y la, para él, sorprendente reacción de su entorno. Por ejemplo, en una ocasión sugirió que el sol al ponerse caía dentro del pozo, porque justamente la trayectoria del astro desde donde estaban mirando coincidía con el pozo de agua. Sus padres se rieron y lo consideraron una ocurrencia. Posteriormente, como él mismo recordaría posteriormente, tuvo que ir a llevar un mensaje al molinero y al entrar en el molino descubrió el mecanismo que explica su funcionamiento. Esa experiencia le marcó para siempre porque entendió el principio causal de la ciencia.
No parece una coincidencia que de mayor centrara su filosofía de la ciencia en la atribución de las causas de los fenómenos exclusivamente a leyes matemáticas, y de ahí que rechazara la idea de Newton de que la acción de la gravedad es fruto de fuerzas, porque ese concepto “fuerza” le sonaba a magia, a la misma que su padre le mostraba de pequeño.
Tampoco fue fácil su acceso al colegio. Tuvo problemas de integración y de estudio por su preferencia por las ciencias y las matemáticas. De mayor leía a los clásicos en versión original y su conocimiento de la literatura clásica estaba a la altura de cualquier especialista.
Las obsesiones y los sueños infantiles a veces derivan en grandes obras de adultos, cuando se encuentran canales adecuados para conducir la curiosidad.