Una casa geométrica… y con vistas.
Ésta es una casa geométrica, con paredes de cristal, una terraza con vistas y una zona reservada para la cría de perros...
La casa que hoy es presentamos es, probablemente, lo último que niño dibujaría si le pidiésemos que hiciera un dibujo de una casa pero se trata precisamente de eso, una casa familiar con vistas de estructura innovadora y funcional. Está en Lituania.
Lo más sorprendente de esta casa, además de su estructura completamente geométrica que parece haberse inspirado en la forma de una pieza de un juego de construcción, es el uso de las cornisas que, más allá de su función estética, se convierten en una solución arquitectónica magnífica: por una parte protegen el interior de la vivienda de las inclemencias del tiempo tanto en los días en los que el sol deja caer sus rayos cargados de calor como en los días en los que llueve de forma continua y constante, algo que no es un asunto menor porque las fachadas de la casa son de vidrio con las ventajas e inconvenientes de este tipo de paredes; por otra parte las cornisas solucionan precisamente el mayor inconveniente de las paredes de cristal, la privacidad, dado que la vivienda no está ubicada en una zona excesivamente alejada de otras viviendas ni lejos por tanto de miradas ajenas, las cornisas esconden en gran medida el interior de la vivieda de esas miradas sin por ello privar a la casa de la gran luminosidad que regalan siempre este tipo de paredes.
En cuanto a la distribución interior, esta casa no sólo cuenta con una estupenda biblioteca o un salón con vistas en su segunda planta, también con un gran espacio en la planta baja que fue diseñado con un fin muy determinado que tiene que ver con el uso que le reservaban los dueños de la vivienda: la cría de perros.
Las cornisas regalan además a la vivieda un espacio adicional que acondiciona su suelo a modo de patio o terraza y, en los días cálidos, se convierte en el lugar ideal para pasar la velada.