Dune House: Una casa como una duna.

Dune House es algo más que una nueva casa, es un nuevo concepto de vivienda.

Viajamos a Terschelling, una de las Islas Frisias, en el norte de Holanda; y lo hacemos para conocer una casa de vanguardia tanto en su forma como en su fondo, en su estructura y en sus espacios y posibilidades.

Se trata de una vivienda inspirada en el lugar en que se ubica, una pequeña isla de 674 kilómetros cuadrados de los cuales sólo 88 son de tierra, parte de ellos, dunas; la isla cuenta con unos 4700 habitantes, al menos uno de los cuales vive en la casa que hoy os mostramos.

Dune House, la vivienda diseñada por el estudio de Marck Koehler Architects, se integra en el entorno porque su estructura exterior, además de tomar en su esencia la forma de una duna, respeta las normas urbanísticas que mantienen un entorno bello y sostenible en las Frisias. Otra cosa es lo que sucede de puertas para dentro de la vivienda, ahí todo cambia: Dune House es una casa sostenible en cuanto a que está construída casi en su totalidad con materiales ecológicos y bajo una concepción energética que reduce las emisiones de CO2 a la mínima expresión.

Los diferentes espacios de esta vivienda de dos alturas están conectados entre sí por un camino en espiral imaginario que recrea un paseo por las dunas; además, la casa está abierta al exterior de tal modo que en ese paseo las vistas que se disfrutan a través de las ventanas se acercan mucho a las que se disfrutan al pasear sobre una duna.

En la parte central de la casa está ubicado el estudio con librería y chimenea que ejerce de corazón de la vivienda; al contrario de lo que suele ocurrir en las viviendas unifamiliares más clásicas, en Dune House la planta baja es el lugar más íntimo y recogido y da cabida a los dormitorios mientras que en la parte superior, más abierta y luminosa, se distribuyen las zonas de salón y comedor.

Dune House es una casa protagonizada por la madera y por su evocación de una duna tanto en su exterior como en su distribución interior, es un hogar vanguardista de unos 180 metros cuadrados que nos ha enamorado.



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Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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