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Poblado universitario.

La idea era generar toda una comunidad distribuida en barrios verticales, que tuvieran en común una zona exterior donde relacionarse.

Siempre recordaré los años que estuve en el Colegio Mayor. Aquellos momentos inolvidables en los que un grupo de chavales juntaron sus futuros para habitar una isla en mitad de la urbe. Una pequeña tribu urbana, poco civilizada, que simplemente vivía el momento como nunca, para recordarlo para siempre. Habitantes de un espacio común donde apenas existía vida privada, y donde las penas y las alegrías eran compartidas a la luz de un antiguo flexo, bajo el aroma de una taza de café a altas horas de la madrugada.

Esa sensación de aislamiento, de independencia familiar, queda perfectamente reflejada en la residencia de estudiantes Uithof, ubicada en mitad de una pradera dentro del campus universitario de Utrech, en los Países Bajos. El estudio de arquitectura Rudy Uytenhaak Architecture Bureau tuvo que lograr una densidad de 1001 habitaciones de estudiante en apenas una hectárea, por lo que la elevada altura del edificio venía casi impuesta desde el comienzo.

La idea era generar toda una comunidad distribuida en barrios verticales, que tuvieran en común una zona exterior donde relacionarse. De esta forma el proyecto consta de dos partes bien diferenciadas: la parte superior formada por grandes pasarelas habitables, y la zona inferior denominada “pueblo”, que forman el basamento de las pasarelas anteriores. Todo envuelto en un conjunto que adquiere la forma de una puerta monumental, la puerta que abrirá sus futuros.

Dentro de estas dos zonas se establecen distintas variaciones espaciales para las habitaciones, de forma que el edificio adquiere en su interior una diversidad casi enfermiza, a pesar de su compacto y único volumen exterior. Algo también característico de ese periodo universitario, en el que estudiantes provenientes de distintos lugares vinculan sus vidas puntualmente en ese instante, para experimentar sensaciones únicas que recordarán para siempre.

Más información uytenhaak.nl



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Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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