Gerroa House, una casa australiana con mucho encanto.

Gerroa House es una casa de vacaciones entre una playa australiana y un lago en la que te encantaría pasar unos días de verano (o el verano entero).

Gerroa House es una casa de vacaciones que bien merece ser definida como un sueño de vivienda: su ubicación es idílica, junto a una laguna y una playa, ligeramente elevada sobre el nivel del mar y con vistas de esas que te envuelven y transportan haciendo de la casa el lugar perfecto para el descanso de un guerrero del S.XXI, un urbanita de los que atesoran un refugio vacacional en el que reponerse de las batallas y rutinas diarias.

Esta casa es una vivienda construida prestando mucha atención a su lugar en el mundo, un rincón paradisíaco en el que en el invierno los vientos se vuelven traicioneros por eso Gerroa House tiene orientación norte-sur, norte con el techo elevado para dejar que el sol penetre en la vivienda incluso en invierno, sur con el techo más bajo protegiendo la casa de los vientos revoltosos del invierno; además, para un mayor y mejor aprovechamiento de los espacios exteriores, la casa se ha construido dejando un jardín interior rodeado espacios semicubiertos  que, estando protegido por la propia estructura de la casa, permite su disfrute más allá del tiempo más cálido.

En cuanto a los materiales, la casa se ha levantado en hormigón y la madera tratada para soportar las inclemencias del tiempo (entendiendo por inclemencias no sólo el viento o la lluvia sino también el imponente sol de Australia) pero además ha sido dotada de herramientas como la recolección de agua para hacerla, en parte al menos, una vivienda sostenible.

Nos gusta Gerroa House porque es una casa de vacaciones construida no sólo en base al sueño de su propietario sino conociendo y respetando el lugar del mundo en el que se levanta e integrándose en él de forma natural lo que asegura no sólo una mayor durabilidad de la vivienda sino un mayor disfrute de sus espacios.



Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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