Marta tiene un marcapasos.

Corrían los años 80. Y corrían mucho. Como todos nosotros. Entre besos y deseos, entre locales y chicas cocodrilo que casi nunca te mordían a ti, empeñadas siempre en su Indiana particular. Todo parecía nuevo y al alcance, sueños siempre a punto de partir. Visitábamos bares como si hiciésemos viajes a Venecia, aunque nunca conseguíamos que el mamón nos devolviera a la chica, a esa con la que soñábamos se soltase el pelo con nosotros, y luego, si colaba, el sujetador.

Aquello era Madrid. Un Madrid de canciones, que todos nos sabíamos de pe a pa. Los Secretos, Radio Futura, Mecano, Nacha Pop… y Los Hombres G, aquellos gamberros de la música con canciones a medio camino entre mirar a los ojos a una chica y beberte un par de cervezas con los amigos. Nadie nos dijo que treinta años después aquellas canciones iban a convertirse en musical. Y no sólo eso, sino que aquellas canciones que eran como la banda sonora de nuestra vida, iban a encajar tan bien en uno, cómo si de alguna manera, hubieran sido escritas para ello.

Porque eso es lo que más sorprende de Marta tiene un marcapasos, el músical que se estrena en Madrid basado en las canciones del grupo madrileño. Que es tremendamente divertido, y que lo es gracias a las canciones, a su integración en la trama, a que «cuentan» algo, y que lo siguen contando con la misma frescura y vena gamberra, de «venga otra birra» de hace treinta años. Una veintena de canciones que nos cuentan una historia sencilla, que de algún modo es la nuestra: chico busca chica, chico encuentra chica pero como que no va a tener suerte, chica se da cuenta de lo que se pierde -aunque eso no funcionara, para que vamos a mentir- y todo el resto de la historia, que no por menos sabida y repetida deja de ser real. Todo ello entregado por unos actores de buen actuar y mejor bailar y cantar, destacando a Leo Rivera -Ringo-, que se gana al respetable a base de desparpajo y tablas.

Si te gustaban los Hombres G, te gustará Marta tiene un marcapasos, pero lo mejor es que si no eran de tu agrado, también lo va a hacer.