Durmiente y moderna Aurora.

“Se veía tan bella que parecía un ángel, pues el desmayo no le había quitado sus vivos colores: sus mejillas eran encarnadas y sus labios como el coral; sólo tenía los ojos cerrados, pero se la oía respirar suavemente, lo que demostraba que no estaba muerta”. La Bella Durmiente, Charles Perrault.

Es un extracto del núcleo de uno de los cuentos de hadas más universales de cuantos existen. Una historia de amor mágico, de brujas y princesas, que la aclamada compañía Les Grands Ballets Canadiens de Montréal devuelve a la vida bailándola sobre las tablas de los Teatros del Canal de Madrid en una versión del todo inesperada.

El responsable de la misma es el célebre coreógrafo Mats Ek, que fusiona la inolvidable partitura de Tchaikovsky con una vanguardista puesta en escena. Su particular cuento presenta a la princesa Aurora como una adolescente rebelde frente a unos padres sobreprotectores. A sus 17 también se pinchará un dedo, pero no será con una aguja de coser, sino con la aguja de la heroína.

Su sueño será un sueño de libertad que la conducirá a la autodestrucción. En esta versión de Ek la lucha entre el bien y el mal sigue presente, este último encarnado por el temible espíritu de Carabosse en el cuerpo de un seductor adicto a la droga. No obstante, como en el relato de Perrault, el amor terminará imponiéndose a todo.

Tras un gran éxito en Canadá, Les Grands Ballets traen por primera vez a España esta obra sin precedentes. Se representará en la Sala Roja de los Teatros del Canal solo del 5 al 8 de febrero. Con o sin príncipe azul, no se la pierdan.