¿Quién es la Silvia de Schubert?
Con letra de Shakespeare, An Silvia es una de las piezas vocales más conocidas de las compuestas por Franz Schubert.
William Shakespeare está considerado el mejor escritor en lengua inglesa de todos los tiempos y, junto con Miguel de Cervantes, uno de los pilares de la literatura universal. Shakespeare nos ha dejado un legado atemporal, algunas de las obras más representadas en los escenarios de todo el mundo. Pero más allá de lo literario, si hay algo por lo que hoy tenemos que destacar al Bardo de Avon es por su trascendencia como fuente de inspiración para todas las disciplinas artísticas, especialmente para la música. Así, a Shakespeare y a sus obras los encontramos en She never told her love de Haydn, en la obertura Sueño de una noche de verano de Mendelssohn y en la ópera de mismo título de Britten, en las óperas Macbeth, Otello o Falstaff de Verdi, en los Romeo y Julieta de Berlioz y Gounod, en la Obertura de concierto Otello de Dvorak, en La Tempestad de Sibelius, y en las bandas sonoras de Enrique V, Hamlet y Ricardo III de Walton. Y en An Silvia de Schubert, el más bello de los tres lied que Schubert compuso sobre traducciones de Shakespeare.
Sin lugar a dudas, Franz Schubert fue por cantidad y relevancia el gran impulsor del Lied alemán, género popular nacido de la unión de poesía y música destinado originalmente al ámbito doméstico. Con más de 600 lieder compuestos durante su corta vida, desde su infancia a su madurez –aunque el número total es imposible de saber, puesto que a menudo elaboró varias versiones de una misma canción-, fue en la poesía romántica de Goethe, Schiller, Heine, von Schlegel o Mayrhofer donde Schubert encontró el medio que le ayudaba a comprender sus sentimientos, a expresar sus alegrías y temores, a comprender el mundo en el que vivía mejor que cualquier otro lenguaje musical. Con los lieder, Schubert dio lo mejor de si mismo, alcanzando cotas de belleza que constituyen cimas indiscutibles de la historia de la música.
El texto original del lied An Silvia -Para Silvia- procede de la traducción al alemán de Eduard von Bauenfeld del poema Who is Sylvia que, como serenata, canta Sylvia en el Acto IV, Escena II de la comedia Los dos hidalgos de Verona. Compuesto en julio de 1826 en la cima de la carrera del compositor vienés, esta la canción fue dedicada a una de sus patronas, Marie Pachler, una pianista amante de las artes, en cuya casa de Graz siempre tenían refugio artistas de todos los campos, entre ellos Franz Schubert. Aquí por el barítono Samuel Hasselhorn con Javier Arrebola al piano, en una traducción libre del texto:
Dime qué es, Silvia,
¿cómo es que los anchos prados te alaban?
Bella y maravillosa te veo, siempre cerca,
Es una señal de los favores del Cielo,
Que se subyugan a ella.
¿Es ella a la vez bella y buena?
Su encanto refresca con la ternura de un niño,
Cupido vive en sus ojos,
Allí se cura de su ceguera
Y permanece en una dulce calma.
Entonces, para Silvia resuena una canción,
Para gloria de la preciosa Silvia,
Cada encanto le pertenece hace mucho,
La Tierra nos lo puede decir,
¡Para ella los ramos y coronas de flores!