Cris Mostaza: Les Tisseurs.
Le fascina la moda, y el giro que ha dado el mundo de un tiempo a esta parte. Todo ha cambiado...
Cris Mostaza inaugura en estos días Les Tisseurs, su nuevo proyecto online, una tienda de moda enfocada a mostrar las mejores propuestas de diseño independiente del panorama nacional.
Le fascina la moda, y el giro que ha dado el mundo de un tiempo a esta parte. Todo ha cambiado, hemos pasado de comprar en la tienda del barrio, a tener acceso a productos que están en la otra punta del planeta; y ahí ha visto Cristina su nicho de negocio, ese que le estaba esperando, un lugar en el que enfocar toda su energía e ilusión.
Descendiente de una larga estirpe de emprendedores, lleva en la sangre esa mezcla de valentía e inconsciencia a la hora de lanzarse al abismo en busca de crear su propio camino, engendrar grandes ideas y darles forma en el mundo del pragmatismo y la realidad.
Después de un año maquinando, haciendo números, obviando las noticias de la televisión y rezando todo lo que sabía, por fin Les Tisseurs ve la luz. Se trata de una tienda online con las últimas propuestas de los creadores más innovadores y selectos del país, de la que nace el concepto Jumping Shop: trampolín para creadores emergentes, una mezcla entre agencia de comunicación e e-commerce. Cada marca que participa en Les Tisseurs tiene sus propios objetivos, ellos sólo se encarga de empujarles, darles aire para alentar el desarrollo de sus marcas.
Encuentra en su abuelo al perfecto referente, y no es de extrañar ya que levantó una empresa de la nada con sus propias manos como un trabajador incansable que hoy, a sus 83 años, sigue yendo a la oficina cada mañana. Se declara, y podemos dar fe de que lo hace con razón, como un completo desastre, eso sí, un caos metido en vereda. Ha aprendido a ser paciente, a meter con calzador la disciplina en su vida y a comprometerse por encima de todo, con este proyecto, que es ahora su sueño.
“Claro que hay algo de kamikaze en todo esto. Dedicarse en cuerpo y alma a un proyecto significa renunciar a la estabilidad de otros trabajos, aprender de tus propios errores y cruzar los dedos para que ninguno de ellos sea letal.”
Tiene claro el secreto para disfrutar de su trabajo: buscar siempre una forma creativa de superar cada obstáculo, y listo, esa es la receta que nos recomienda y que anotamos sin pestañear.
Antes de ayer estaba haciendo los últimos exámenes de su carrera, Publicidad y RRPP, y hoy está levantando una empresa, a la vez que sonríe y disfruta con sus amigos y amores de la vida. Hay tiempo para todo. Estudió en París un largo tiempo, de ahí su preciosa tonadita afrancesada al pronunciar el nombre de su amada y recién nacida tienda, algo que a muchos aún nos resulta complicado y desalentador. Afirma con rotundidad que ésta formación ha sido fundamental a la hora de emprender este camino. Saber qué buscan los diferentes públicos, conocer el mejor método para cuidar a los clientes y dar con el/los productos estrella, son las llaves para que su empresa funcione, y estás asignaturas, la joven Mostaza las echó en la mochila hace tiempo.
Está siempre investigando, pegada a todos sus diversos operadores de telecomunicaciones para no perder ripio de las últimas tendencias y propuestas del panorama de la moda. Se sumerge en el mundo de la creación, del diseño y de la producción, como si ella misma creara los producto que luego pone a la venta.
“La moda siempre me ha fascinado, me divierte y estimula, porque es un mundo donde se respira creatividad. Mediante la moda, puedes expresar tu personalidad o disfrazarte de algo que no eres, sólo porque te apetece; incluso puedes recrear épocas que ni siquiera has vivido”.
En los tiempo que corren, y lamento lo recurrente de la expresión, es evidente que ninguna apertura de negocio será sencilla, y si hablamos de diseño y tendencias, menos aún. Como ella misma nos explica, no está siendo un camino de rosas, más bien toda una prueba de perseverancia y paciencia, pero de eso Mostaza tiene para parar un tren. Está convencida con el proyecto, con sus productos, con sus firmas y con el mensaje, y observamos, no hay mejor comienzo que esa fe y seguridad férrea. “No sé si es el mejor momento, pero sí sé que es el mío”.
Les Tisseurs nace como un proyecto esencialmente internacional, y ese aspecto es sin duda su as en la manga y a la vez, su meta más difícil de solventar. Llegar al público extranjero es complicado, son otros medios de comunicación, otro idioma y diferentes modelos de trabajo, pero confiamos que ese, hoy, handicap, se transforme en el distintivo que lance al proyecto al estrellato.