Existen infinidad de recetas para preparar la blanca y alargada sepia: a la plancha, con patatas, en guisos e incluso incorporarla en deliciosos platos de pasta negra resulta una apuesta segura. Pero sin lugar dudas, una de mis favoritas es a la mallorquina. Su carne queda delicadamente tierna, bañada en una sabrosa salsa elaborada con piñones, cebolla, ajo, tomate y un aromático brandy que le da una fuerza e intensidad única.
Este cefalópodo es un alimento con bajo contenido en grasas, y uno de los más ricos en proteínas y yodo. Lo podemos encontrar en cualquier época del año y el mayor secreto que guarda es que solo necesita 3 minutos de cocción para conseguir una textura tierna y suave. Si te excedes, lo más probable es que ya la tengas que cocinar durante 30-40 minutos. Te llevará mucho más tiempo, pero obtendrás el mismo resultado.
Así que ya sabes, presta mucha atención al reloj el día que decidas preparar esta sabrosa sepia a la mallorquina.
Ingredientes para 4 personas: 2 sepias, 1 cebolla grande, 3 dientes de ajo, 250 gramos de tomate natural triturado, un puñado de piñones, sal, pimienta, 1 chorrito generoso de brandy y aceite de oliva.
En una sartén añade una fina capa de aceite de oliva, cuando esté caliente pon la cebolla cortadita en brunoise (pequeños dados de 1 a 2 mm), el ajo muy picadito y cocina hasta que esté tierna y brillante.
Después en un mortero tritura los piñones e incorpora, dale un par de vueltas para que se tuesten y adquieran ese sabor tan especial. Seguidamente vierte el brandy y deja que evapore el alcohol durante 1 o 2 minutos.
Momento de poner el tomate. Aquí ten cuidado porque en cuanto empiece a tomar temperatura empezará a saltar y es posible que te salpique, así que si tienes una tapadera es mejor que lo cubras.
Salpimienta al gusto y cocina durante 3-4 minutos.
Mientras corta la sepia en pequeños dados e incorpórala a la sartén, mezcla y mantén todo a fuego fuerte durante unos 3 minutos, no más, porque ya sabes que si te excedes te quedará dura y gomosa.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
