Confieso mi pasión por el brócoli, estos pequeños arbolitos repletos de vitaminas, calcio, magnesio, fibra, ácido fólico y saludables minerales, nos protegen de resfriados, cuidan nuestros huesos y nos ayudan a prevenir diversas enfermedades. Está considerada la verdura de los súper poderes, por eso es muy importante incluirla en nuestra dieta al menos una vez en semana y aprender a elaborar con ella deliciosos platos.
Un dato que debes tener muy presente a la hora de prepararlo, es que el brócoli no necesita mucha cocción ya que perdería gran parte de sus maravillosas propiedades. Basta con cocinarlo al vapor 2 o 3 minutos, esparcir sobre él una lluvia de semillas de sésamo, un poquito de salsa de soja o un cordón de aceite de oliva, y en menos de cinco minutos tienes listo un increíble plato.
También puedes acompañarlo con un bonito al estilo thai, incluirlo en tus ensaladas o preparar esta magnifica y jugosa lasaña de brócoli, que puedes personalizar y completar con los ingredientes que más te gusten. Es muy fácil de hacer, está repleta de ricos y saludables sabores y es perfecta para compartir en estos fríos días de noviembre.
Ingredientes para seis personas: 20 placas de lasaña, 2 ramilletes de brócoli, 1 manojo de espárragos, 200 gramos de champiñón, 200 gramos de setas portobello, 1 zanahoria rallada, queso parmesano, sal de ajo, sal normal y aceite de oliva.
Para la salsa de tomate: 1 cebolla grande, 150 gramos de calabaza, 6 tomates rojos maduros, aceite de oliva, sal, pimienta y una pizca de orégano.
Para la bechamel: 900ml de leche, 110 gramos de harina, 1 cd. de mantequilla, 4 cucharadas de aceite, nuez moscada, sal y pimienta.
Corta muy picadita la cebolla y rehoga en una sartén con una fina capa de aceite de oliva. Cuando empiece a reblandecerse añade la calabaza también cortada en daditos muy pequeños. Cocina todo junto durante 2-3 minutos. Le pongo calabaza para aportar ese punto de dulzor que necesita el tomate para restar su acidez.
Ahora con ayuda de un procesador de alimentos tritura los tomates hasta conseguir un puré y vuélcalos sobre la cebolla y la calabaza. Pon orégano y salpimienta al gusto. Deja a fuego medio unos 30 minutos y cubre ligeramente con una tapadera para evitar salpicaduras.
Para hacer la bechamel pon el aceite y la mantequilla en una sartén. Cuando funda incorpora la harina poco a poco y fríela sin dejar de mover ni un solo instante.
Calienta la leche y vierte poco a poco sobre la harina. Mezcla en todo momento hasta conseguir una crema ligera y suave. En los últimos minutos añade la sal, la pimienta y la nuez moscada al gusto.
No es fácil conseguir una bechamel suave y sin grumos, hay que trabajarla a conciencia y ponerle mucho mimo. Si ves que al final no consigues quitarle todos los grumos vuélcala aún caliente y con cuidado de no quemarte en un vaso, y con una batidora de mano a potencia media tritura hasta dejarla cremosa y fina.
Ahora corta en pequeños ramilletes el brócoli y sazona con sal de ajo. Toma una sartén y cuando esté caliente añade el brocóli y cocina solamente un par de minutos. Reserva en un plato.
¡Vamos con las setas!. Lávalas con un paño y córtalas en láminas.
En una sartén fríe un par de dientes de ajo picaditos y cuando empiecen a dorar añade las setas. Cocina unos 4-5 minutos removiendo de vez en cuando. Reserva.
Prepara las placas de lasaña tal y como indica el fabricante y una vez las tengas listas vamos a montar esta espectacular lasaña de brócoli.
En una fuente apta para horno pon una buena cama de nuestro tomate frito, extiende las placas de lasaña hasta cubrir toda la fuente y vuelca las setas. Después cubre de nuevo con la pasta.
Ahora cubre la fuente con papel de hornear e introduce en el horno precalentado a 180º durante 15 minutos. En los últimos 5 minutos retira el papel y deja que se tueste un poquito.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.
