Siguiendo las letras de Jack Kerouac por la Ruta 66.

Y Jack me marcó el camino. A través de sus anécdotas, Jack, mi hizo pasar por el corazón de Estados Unidos. Como si las revistas y las pelis no hubieran sido suficientes. Jack me dictaba los paisajes. Me contaba al oído sus encuentros con Dean Moriarty, cada curva, los eternos cafés en los dinners y el olor tan particular de cualquier motel perdido de la Ruta 66. Esa sensación rancia, de jabón barato y el silencio de domingo por la ventana, todos los días de la semana.

¡Cuántas historias encerradas en paredes rosa chicle con cortinas amarillentas! Y los coches yendo a ningún lado. Como si la carretera fuera la solución. Como si la ruta no fuera la trampa más perfecta para escaparse de uno.

Y el desierto y sus cardos rusos recolectando polvo, mientras giran y giran de un lado al otro. Fantasmas de llanto evaporado en Las Vegas. Y de repente la hospitalidad de la gente que vive en zonas de paso. Esa pasión efímera, la promesa que cambiará tu vida y que nunca se cumplirá. Lo sabes, lo saben, pero todos disimulan. Mañana será otro y pasado otro más. Pero ese café, sabe a hacerte sentir único.

El calor y el infinito paisaje por delante. Y Jack hablaba de las ciudades y de una vida que, aunque no toda sucediera por la 66, las historias de un país en los finales de los ´50, la posguerra y la gestación de lo que se venía para los americanos, quedaba impregnada en este camino.

La Ruta 66 de Kerouac y el preguntarse una y otra vez sobre la historia de quienes te rodean aleatoriamente en ese instante. Esa línea de vida paralela que se convierte en perpendicular con un “hola», para luego seguir su curso.

Jack lo escribe y Sociedad Histórica lo hace revivir a través de este legendario Road Trip hacia el alma de la Ruta 66. Un recorrido por los orígenes del rock y sus piezas más sublimes, la moda hipster y la decadencia del Siglo XX. Los sueños rotos de una nación y el revival diario de su época de oro de zonas hoy zurcidas por las nuevas interestatales que han coartado el trazado original de la madre de todas las rutas.

Las 2.400 millas de Chicago a Los Ángeles en 17 días recorriendo los paisajes descritos en la obra “En el Camino» de Jack Kerouac, reviviendo páginas de esta especie de monólogo interior basado en los viajes del autor y sus amigos, por esta geografía.

Este libro, está considerado como una de las novelas de culto que más influenció a la generación beat y acompañó los primeros pasos de la contracultura que desembocó en el movimiento hippie. Y a través de este itinerario podrás revivir ese espíritu que también te llevará por los sabores de los 9 estados visitados, así como por los puntos de referencia del arte pop americano.

Para finalizar, cargado de las crónicas fantasmales de la ruta, espera el atardecer de película en Berverly Hills, con las historias clavadas en nuestra retina.

Jack Kerouac me lo contó y lo viví. Y Sociedad Histórica me lo hace revivir a través de un Road Trip por la madre de las carreteras, la inspiración de miles de mitos y leyendas por Chicago, Springfield (Il), St. Louis, Tulsa, Oklahoma, Albuquerque, el Gran Canón del Colorado, Las Vegas, Los Angeles y multitud de parajes en el medio.

Anécdotas inverosímiles para contar fuera de los ascensores. Esa soledad perdida en la mirada. Esa nostalgia que se clava en la garganta. Esa sed de aventura, ese inventarse una identidad en cada pueblo.