Lujo a la orilla del lago.

El Grand Hotel Kempinski High Tatras, junto al lago Strbske Pleso, en Eslovaquia.

Formado con el deshielo de un glaciar de montaña, el lago Strbske Pleso es una maravilla de la Naturaleza. Los huéspedes del Grand Hotel Kempinski High Tatras son los afortunados que pueden observarlo nada más despertarse, admirando una estampa única de Centroeuropa. Este cinco estrellas se encuentra en el centro norte de Eslovaquia, siendo uno de los hoteles de referencia de este pequeño país.

Llegar no es sencillo, aunque el hotel ha dispuesto todo tipo de facilidades, como el uso de limusinas privadas, servicio de helicóptero e incluso una pista cercana en la que pueden aterrizar jets privados. Lo que se van a encontrar es una mansión señorial con grandes y espaciosas habitaciones, en las que la decoración es funcional, clásica y de los mejores materiales. Pensado como refugio, en verano es una base excelente para pasear por las montañas, y en invierno para escapar de todo y refugiarse en su maravilloso spa, abierto incluso durante la noche.

Para las parejas de enamorados, el hotel ofrece una actividad muy especial: cenar en la torre del edificio, en una mesa sólo para ellos y con la mejor restauración. Con vistas de 360 grados, será el marco perfecto para una ocasión especial. Y para aquellos que prefieran una comida más convencional, su restaurante ofrece una gran selección de vinos europeos, así como una carta en la que no falta la comida tradicional eslovaca.

A partir de 240 €/noche la habitación doble.

www.kempinski.com



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