Ernesto Mallo: el noir argentino que nació en el Barrio del Once.
Ernesto Mallo finaliza la serie protagonizada por el comisario Lascano con ‘El hilo de sangre’.
Primero ejerció de chofer de taxi, de contrabandista, de artesano hippie, pinche de oficina, vendedor de librería y otros oficios que prefiere no mencionar porque aún no han prescrito. Más tarde se introdujo en la extravagancia de las letras, el periodismo, el teatro y el guion. Al fin, pasados los 50, se dejó tentar por la novela. Fue en plena recesión económica y personal: una ex reclamándole la pensión, la futura ex reclamándole el divorcio, su hija mayor enferma… Y él, Ernesto Mallo, sin laburo, a punto de tirar la toalla, se refugia en la escritura para esquivar el abismo.
Crimen en el Barrio del Once —La aguja en el pajar en Argentina— es el fruto de esa profunda sima donde el escritor rioplatense pergeña los primeros rasgos de su personaje estrella, el comisario Venancio Ismael Lascano. El Perro lo llaman porque gruñe. O eso dicen. Aunque yo lo asocio más con el terrible desencanto que arrastra cada día. Y es que este policía de rumbo incierto, andares de oso y mirada mohína carga sobre su espalda la tristeza de una casa vacía y un pájaro enjaulado como única compañía. Allá en el Barrio del Once, el tipo duro, tras un parapeto de cinismo y honestidad, trata de escapar de la ausencia que le atormenta.
En los años siniestros de la dictadura de Videla, la Policía Federal Argentina nada tiene que envidiar a las hordas militares que campan a sus anchas por todo el país ejerciendo su particular “limpieza”. Por la capital corre la sangre de la represión con la misma turbulencia que las corrupciones policiales, las conspiraciones y los negocios de coca y prostitución con sede en comisaría. Entre el fin del terrorismo de Estado y los albores de una tímida democracia abriéndose paso, halla el insobornable Lascano el primero de sus casos como comisario.
Igual que a Lascano, a Mallo le deleita la posibilidad de utilizar lo insondable como trampolín para rebotar. Saltar hacia —iba a decir el arco iris, pero eso es una cursilada de cuento viejuno—… Saltar. Punto. Porque saltar hacia arriba, además de redundante, es inexacto. Ambos, autor y ¿alter ego? se limitan a superar sus propios fantasmas. Y lo hacen como pueden, como saben, como les deja una sociedad a veces impuesta, otras deseada. Una heroicidad para esas personalidades honestas por naturaleza que pretenden sobrevivir en un mundo corrupto por definición.
Aunque la crítica ha encuadrado la saga Lascano en el género negro, para Ernesto Mallo tal etiqueta no es más que una cuestión de marketing, una forma de orientar al lector. Y tiene razón. Al menos en su caso. Porque en realidad, él escribe sobre la locura y la muerte; sobre la venganza como forma de (in)justicia personal. Y en ese universo de perversión, poder absoluto, burocracia mediocre y manipulación, el crimen encaja bien. Si a esto se le añade el conglomerado de altibajos —populismos, dictaduras, democracias de aquella manera, mentiras, corruptelas de diverso signo— que ha conformado la coyuntura política y social argentina del último siglo, la prosa de Mallo se acerca en cierto modo a la novela histórica contemporánea.
Una etiqueta más para darle otra vuelta a la sociedad y la política, el poder y los intereses económicos casi siempre alejados ambos de la ética y la integridad. En la moral literaria de Mallo, la ironía reemplaza a la ira a la hora de atacar la corrupción, el saqueo, el contrabando… Toda la mugre social donde se revuelcan sus personajes se la ventila el porteño a escobazos de sarcasmo con acento argentino. Pavada, cana, rajar, chorro, marraco, telo, canchero, quilombo chorrean por sus páginas como la sangre inocente y las vendettas.
Tras las tres primeras entregas de la serie y la precuela —La conspiración de los mediocres— que mostró a los lectores un joven subcomisario enfrentado a las intrigas de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), El hilo de sangre indaga en la infancia del Perro. Un criminal que agoniza en un hospital penitenciario pone al ahora excomisario sobre la pista del crimen que marcó toda su existencia: el asesinato de sus padres cuando él era un niño de 10 años.
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Hilo de sangre. Autor: Ernesto Mallo. Sello: Siruela. Colección: Nuevos Tiempos. ISBN:978-84-17151-30-0
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