“Un bel dì vedremo”. Giacomo Puccini. Vídeo, letra e información.
Un bel dì vedremo, aria de Puccini en la que Cio Cio San canta a la esperanza y al amor.
Un bel dì vedremo es un triste y emotivo aria de la ópera Madama Butterfly de Giacomo Puccini, ópera ambientada en la ciudad japonesa de Nagasaki a principios del siglo XX.
En ella, Pinkerton, un arrogante teniente norteamericano, se casa con una joven y enamorada japonesa llamada Cio Cio San, o Madame Butterfly, como prefieran, a la que abandona durante tres años, después de dejarla embarazada de un hijo a la que Cio Cio San ha llamado “Trouble”. A sus problemas se suma el rechazo de la familia de ella por haberse casado con un extranjero. Para redondear la tragedia, cuando Pinkerton regresa al Japón lo hace acompañado por una nueva esposa norteamericana, lo que hace que Madame Butterfly se suicide de pena.
En Un bel dì vedremo, Cio Cio San -personaje que comparte nombre con el yate que se compró Puccini con las ganancias obtenidas por la ópera- le cuenta a Suzuki, su criada, que no ha perdido la esperanza todavía de que Pinkerton vuelva junto a ella.
En esta ocasión, Angela Gheorghiu, una de las mejores sopranos actuales, canta en el Covent Garden londinense Un bel di,vedremo, acompañada por la Orquesta de la Royal Opera House.
La emotiva letra dice así:
Un bel dì, vedremo
Levarsi un fil di fumo
Sull’estremo confin del mare
E poi la nave appare
E poi la nave è bianca.
Entra nel porto, romba il suo saluto.
Vedi? È venuto!
Io non gli scendo incontro, io no.
Mi metto là sul ciglio del colle
E aspetto gran tempo
e non mi pesa a lunga attesa.
E uscito dalla folla cittadina
Un uomo, un picciol punto
S’avvia per la collina.
Chi sarà? Chi sarà?
E come sarà giunto
Che dirà? Che dirà?
Chiamerà Butterfly dalla lontana
Io senza far risposta
Me ne starò nascosta
Un po’ per celia,
Un po’ per non morire
Al primo incontro,
Ed egli al quanto in pena
Chiamerà, chiamerà :
«Piccina – mogliettina Olezzo di verbena»
I nomi che mi dava al suo venire.
Tutto questo avverrà,
te lo prometto
Tienti la tua paura –
Io con sicura fede lo aspetto.
Un bello día veremos
levantarse un hilo de humo
en el extremo confín del mar.
Y después aparece la nave.
Y después la nave es blanca.
Entra en el puerto, truena su saludo.
¿Ves? ¡Ha venido!
Yo no voy a buscarlo, yo no.
Me pongo ahí, en lo alto de la colina
y espero, espero mucho tiempo.
Y no me importa la larga espera.
Y, salido de entre la multitud de la ciudad,
un hombre, un pequeño punto,
sube por la colina.
¿Quién será?, ¿quién será?
Y cuando esté aquí,
¿qué dirá?, ¿qué dirá?
Llamará: – Butterfly- desde lo lejos;
yo sin responder.
Estaré escondida.
Un poco por bromear,
y un poco por no morir
al primer encuentro.
Y él, un poco ansioso,
llamará, llamará;
“Pequeñita, mi pequeña esposa, perfume de verbena”,
los nombres que solía llamarme.
Todo esto sucederá,
te lo prometo.
Guárdate tus temores,
¡yo con segura fe lo espero!»