Las más bellas (y tristes) cinco piezas de música clásica que hemos publicado.
El sentimiento de tristeza tiene naturaleza tabú y en Loff.it nos gusta derribar tabúes.
El interés del hombre por la comprensión de los orígenes y causas de sus emociones viene de antiguo. Hipócrates, cinco siglos antes de Cristo, decía que nuestra estabilidad emocional dependía del equilibrio de cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. De ahí que todavía conservemos el término humor para referirnos a nuestros estados de ánimo. Un exceso de bilis negra, por ejemplo, era para Hipócrates la causa de la depresión. Por eso se llamó a ésta también Melancolía, que viene de melanos, negro y kolos, bilis.tristes
Las emociones marcan nuestra vida hasta la muerte. La emoción se manifiesta en cuanto un acontecimiento reviste la menor significación personal. La emoción guía nuestras decisiones, estructura nuestros recuerdos, nos proporciona el sentimiento de existir y la conciencia de nosotros mismos. La emoción determina, más que cualquier otro proceso psicológico, nuestra identidad y nuestra relación con el otro.
La música es capaz de arrancarnos multitud de sentimientos, y la tristeza, es uno de ellos. La tristeza, uno de los sentimientos más poderosos de todos los tiempos, ha buscado su eco en infinidad de obras musicales, transmitiendo el dolor del compositor al propio espectador. Pero de todas las obras, ¿Cuál es la más triste?
En 2004, la BBC realizó una encuesta en busca de la música más triste jamás compuesta. Las ganadoras fueron cinco obras. Cinco obras que no vamos a comentar. Así somos. En esta entrada repasaremos cinco de las obras musicales más tristes y emotivas de cuantas han sido publicadas en Loff.it. A nuestro gusto, ¡hala!. Las hemos seleccionado a través de una breve encuesta en nuestra redacción y las publicamos hoy, a finales de julio, una época relacionada, precisamente, con emociones distintas y distantes a esta. Para que no podamos dejarnos llevar por la lágrima fácil. Porque encontrar un momento triste en la vida no significa llevar una vida triste y porque el sentimiento de tristeza tiene naturaleza tabú, y en Loff.it nos gusta derribar tabúes.
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El Lamento de Dido. Henry Purcell.
Dido y Eneas, la difícil elección entre conservar el amor o fundar Roma. Fermín Guisado When I am laid in earth -Cuando yazca en la tierra-, mejor conocida como El Lamento de Dido es como se llama esta famosa aria de Dido y Eneas, ópera en tres actos escrita en 1689 por Henry Purcell. La obra está inspirada en la Eneida de Virgilio y narra la historia de amor entre Dido, la mítica reina de Cartago, y Eneas, el héroe troyano, recién naufragado en las costas norteafricanas. Las brujas envidiosas, hacen creer al héroe que su destino está escrito, renunciar al amor de Dido para hacerse cargo de una empresa mayor, la fundación de Roma... más información → -
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Adagio para cuerda, opus 11. Samuel Barber.
El Adagio para Cuerda de Samuel Barber, la obra más triste de la historia de la música...y una de las más bellas. Fermín Guisado El Adagio para cuerdas -Adagio for Strings- es una pieza musical para orquesta de cuerdas que arregló el compositor Samuel Barber en 1938 a partir de su primer Cuarteto de cuerdas, siendo la obra maestra del citado compositor y, posiblemente, del movimiento romántico norteamericano de principios del siglo XX. Su estreno mundial se realizó en mismo año con el célebre Arturo Toscanini dirigiendo la Orquesta de la NBC. En 2004, los oyentes del programa BBC’s Today eligieron el Adagio para cuerda de Barber como la obra clásica más triste de la historia de la música, por delante del Lamento de Dido del Dido y Eneas de Purcell, el Adagietto de la 5ª Sinfonía de Mahler y la Metamorfosis de Strauss... más información → -
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La canción de Solveig. Edvard Grieg.
Si estas ahora en el cielo esperándome, podremos encontrarnos de nuevo y no separarnos jamás... Fermín Guisado Hace poco comentaba que Peer Gynt de Edvard Grieg pertenecía a la llamada música incidental, pues había sido compuesta como acompañamiento musical de la obra de teatro, del mismo nombre, escrita por su compatriota y amigo Henrik Ibsen... más información → -
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Concierto para violonchelo en mi menor, Op. 85. Edward Elgar.
El Concierto para violonchelo en mi menor, Op. 85 de Edward Elgar es un concierto para violonchelo y orquesta. Fermín Guisado El Concierto para violonchelo en mi menor, Op. 85 de Edward Elgar es un concierto para violonchelo y orquesta escrito inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial, en 1919. Ya sea porque el compositor y sus instrumentistas no habían gozado del tiempo suficiente para ensayar, ya sea porque la música de Elgar había pasado de moda tras la contienda, lo cierto es que, tras su primera representación, pasó prácticamente desapercibido hasta que el director Daniel Baremboim y la violonchelista británica Jacqueline du Pré, lo rescataran en los años 60 en una grabación antológica... más información → -
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Gymnopédie n°1. Erik Satie.
Monsieur Satie, uno de los más grandes e influyentes genios de la música y el más burlón. Fermín Guisado En una entrada anterior sobre Erik Satie dejábamos muestra de nuestra más profunda admiración por él y lo calificábamos como uno de los grandes genios de la historia de la música y uno de los que más han influido en la música ambient contemporánea. Además de su gusto por el minimalismo, el serialismo y el impresionismo musical poseía un gran don, el de crispar a sus colegas académicos. Y no sólo por desafiar premeditadamente muchas de las reglas de la música clásica y haberse dedicado gran parte de su vida al teatro del absurdo y la música de cabaret, algo no muy bien visto para un músico romántico, sino porque monsieur Satie poseía un espíritu bastante burlón y epatante... más información →