Pedro Ros.
Vivir en un universo de color, texturas, belleza y aromas inolvidables.
Entrar en la tienda de Pedro Ros en la calle Guzmán el Bueno de Madrid, es adentrarse en un mundo hermosísimo y lleno de color. Y quién lo hace, descubre que hay mucho que ver. Cientos de telas inundan el espacio decorado con un gusto exquisito con rincones que invitan a quedarse. Sus proyectos de decoración a pequeña o gran escala son su bandera y dan un servicio diferencial con sus propios equipos de instalación, confección y tapicería. Pero esto no siempre fue así.
En un sofá azul, tapizado con una tela suave, Pedro nos cuenta como empezó. Con un negocio textil que mezclaba ropa para el hogar, prendas de vestir y telas para cortinas y tapicerías que regentaba su padre. De aquellos primeros años de estudiante en los que ayudaba, paso a hacerse cargo de todo. Se casó y siguió al frente sin dejar de estudiar. De hecho, creyó que debía reciclarse y salir del mundo textil «Era un negocio familiar, ya sabes que cuando tienes una cosa normalmente la desprecias y te gusta más lo de los demás»
Pero no encontró nada que le pudiera satisfacer lo suficiente para dejarlo. Optó por dar un cambio de aspecto a su antiguo negocio familiar y crear una empresa con otro aire y otro rumbo, centrarse en la decoración. Y así, sentó las bases de Pedro Ros y, siguió enfocado en el mundo textil y en el mundo de la tapicería. En definitiva, su mundo.
Lo que más le inspira es hablar con el cliente «Intentar conocer que es verdaderamente lo que quiere, cuáles son sus inquietudes y hasta dónde me deja llegar. Y a partir de ahí busco en libros, en obras de otros decoradores e intento crear algo diferente y original» Reconoce que aunque trata de que todos sus trabajos sean únicos, inevitablemente tiene un estilo propio y ese estilo es su seña de identidad.
Encuentra las telas más especiales en el Rastro de Madrid.
Aunque puede parecer que dedica su vida a viajar en busca de las telas más exclusivas, no es así. De hecho las más especiales las ha encontrado muy cerquita, en el Rastro en Madrid. También en algunas pequeñas tiendecitas en Francia donde encuentra joyas de los siglos XVII o XVIII. «Son los editores franceses los que tienen las telas más perfectas, más especiales y más elaboradas. Y esto tradicionalmente ha sido así desde Lyon donde se elegían las sedas» Lo que si que intenta es estar al día. Y cuando viaja dedica siempre un tiempo a ver anticuarios y buscar telas y productos nuevos. Los clientes demandan cada día más, ya que se informan en internet en paginas de decoración, y siguen más que nunca las nuevas tendencias.
Pedro Ros decora, además de hogares particulares, grandes espacios cuando se lo piden arquitectos como Ignacio Vicens. Su último gran trabajo fue decorar parte del altar de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Cuatrovientos. Le proponemos dos retos, decorar un palacio y por ejemplo una oficina del INEM. Ambas propuestas le encantan. «En un palacio mezclaría algo ecléctico, muy moderno junto con todo lo pesado de un siglo XVIII, y en un edificio de la administración intentaría hacer algo divertido, dejar un sello diferente, algo atractivo con color o con materiales» Pone como ejemplo las pegatinas de los baños del aeropuerto Charles de Gaulle en París, que los hacen más atractivos. Lo que más le gustaría es poder decorar espacios efímeros, algo como una gran boda como la de Letizia y Felipe, Príncipes de Asturias, algo tipo muy rápido muy fugaz.
En 2003 empieza a compaginar su trabajo con una nueva aventura empresarial. Junto a Guillermo Jimenez, alguien ajeno a su mundo, funda BOXNOX. Importan productos de lujo de marcas muy exclusivas. Curiosamente, todo comienza en el salón de un amigo, donde un aroma llama su atención. Aromas, velas, perfumes y fragancias muy especiales. Es con la firma francesa Diptyque con quién empiezan a trabajar tras varios años intentando importarla. Un cambio de rumbo con una nueva incorporación en esta exclusiva marca les abrió las puertas. Después llegaron otras como Miller et Bertaux y Malin and Goetz. Marcas de culto que están introduciendo poco a poco en España y Portugal.
Con Boxnox importa productos de lujo de marcas muy exclusivas.
Tuvieron algunas malas experiencias, y sólo trabajan con gente con la que tengan sintonía» Hay una marca, no te voy a decir el nombre porque no me parece bien, que estuvimos en contacto y en tratos con ellos, y la primera pregunta que nos hizo fue que cuánto íbamos a facturar, la segunda pregunta ya fue mucho peor, a la tercera pregunta nos miramos y dijimos, no queremos trabajar con ésta persona, solamente queremos trabajar en este mundo con gente que sea lo suficientemente elegante, que nos caiga bien y que haya una empatía. Si no, no nos interesa«
Su vida esta llena de color. Es en Cádiz con su magia y su luz donde le encantaría vivir, su paraíso «Es un sitio estupendo, con unas playas y con una filosofía de vida que tienen los gaditanos completamente distinta a lo que hay, a lo que he conocido del resto del mundo. No me iría a un sitio más sofisticado más que a Cádiz«. Sencillo, deportista y sobretodo muy familiar, Pedro dedica todo su tiempo libre a su mujer y a sus cuatro hijos. Pero hay algo que le encantaría hacer. Confiesa que es inquieto y muy nervioso y que la velocidad siempre le ha llamado mucho la atención. Su sueño sería correr carreras de coches y no lo descarta en el futuro «Tengo un hijo que está estudiando ingeniería mecánica enfocado al mundo automovilístico y si consigo hacerme camino con él ahí, por ahí me dedicaría, me encantaría tenerlo como hobby. Absolutamente nada que ver con las telas pero es algo que si que me encantaría hacer»
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