dEmo

Observan el mundo desde sus tres, cuatro o seis metros de altura, desde su plasticidad y su irreverencia, desde su corazón de acero, poliester, madera, fibra de vidrio o resinas, y el espectador no sabe que le miran. Se mezclan democráticamente con la gente. Respiran en la ciudad, ese espacio dónde sucede todo; dónde late la vida y se llena de vértigo y de prisa, y desde ahí, desde el asfalto, desde los tejados de los museos y los edificios emblemáticos, son libres para cumplir su cometido: Sorprender y despertar una sonrisa que guíe al espectador a la reflexión sobre el arte como juego y éste, como motor de pensamiento. Son osos, patos, buzos, flores, rinocerontes, gallos, vacas, gatos, robots, gominolas… la escultura como interrogante, el imaginario de dEmo, o el dEmo mismo que proyecta en su obra sus obsesiones, sus miedos, sus fantasías y su auténtico yo para explicar su irreverencia, su trabajo y a sí mismo.

Y es que Eladio de Mora, dEmo, Es su arte. Y Si no fuera artista no sería. Así de rotundo. Su conciencia ecológica, su manera de reinterpretar los edicificios y su producción en serie, es su manera de decir: «Soy lo que hago, y lo hago para seguir siendo. Veo la vida a través de sus formas».

Un sueño:

«Siempre he querido ser artista, no concibo la vida de otra manera. Y mi sueño pasa por ahí, por reinterpretar la calle y sacar a la luz el arte que haga pensar.»

Un viaje:

«A Nueva York. Voy muy a menudo pero siempre que aterrizo me siento como en casa. Es una ciudad a la que todo el mundo debería ir una vez en la vida; se respira libertad».

Un olor:

«El de la vida recién nacida. Recuerdo cuando nacieron mis hijas, es un olor inexplicable, mágico, especial. Y ya en el terreno más mundano me gusta mucho el olor de la mirra».

Una debilidad:

«Las cámaras de fotos. Tengo una terrible obsesión por capturar el instante. Me pasa también con los relojes, ambas piezas son mi capricho y mi debilidad, porque tengo mucha prisa y necesito todos los instantes para sacar a la luz todo lo que llevo dentro».

Una persona:

«Sin lugar a dudas, mi mujer; es mi referente. Otra persona a quien admiro es a Fernándo Botero, y… -sonríe- también me hubiera encantado poder hablar de tú a tú con Picasso. Y escucharle».

Una cita:

«El arte es el motor del pensamiento»

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IVAM -Valencia-, el Museum Arterra Contemporary de Austria, el Museo de Bellas Artes de La Habana -Cuba- y el Museo Macay de Arte Contemporáneo de Yucatán -México-, la Bienal de Venecia, ARCOmadrid, Hot Art Fair en Basilea -Suiza-, la Feria de Arte Contemporáneo de México o Arte Lisboa…
Espacios como el Hotel Westin Palace Madrid, La Cibeles, el recinto ferial IFEMA o los hoteles Banke y Lotti de París cuentan con piezas del artista, y ha expuesto en el Dade College, -Miami- en conmemoración del 63er aniversario de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Su Osito Pis, inspirado en el Manneken Pis, se pasea por la Gran Manzana y por Miami, la colección “Qoq Gaulois”, gallos de la raza Gauloise Dorèe ha presidido la Place Vendôme de París y su David, vestido por Missoni también estará allí proximamente, en el exterior del museo del Louvre. También ha colaborado con la firma de moda masculina Scalpers, con Joyerías Suárez, Rolls Royce, Franck Muller, Omega o Swatch.