Albert Rivera.

Empezamos la entrevista en catalán. ¿Vostè va estudiar en castellà o en català? ¿Usted estudió en castellano o en catalán? «Jo vaig estudiar en bona part, com a llengua vehicular en català i desprès a la universitat, per sort, vaig poder fer-ho en castellà, amb català una part i amb anglès» Yo estudié, una buena parte, como lengua vehicular en catalán, y después en la universidad, por suerte, pude hacerlo en castellano, en catalán otra parte y en inglés. Le preguntamos si podemos seguir en castellano y contesta en catalán «Dons si li va a vostè millor, si, no tinc cap problema» Pues si le va a usted mejor, si, no tengo ningún problema.

Esto sería lo normal ¿no? poder usar las dos lenguas sin distinción «Exacto, es lo que hacemos con normalidad y cada día en la calle la mayoría de catalanes. Lo que pasa es que algunos están empeñados en que eso, que es normal en la calle, no sea normal en las instituciones»

Albert Rivera tiene 34 años y es uno de los líderes políticos más carismáticos de su generación. No tiene pelos en la lengua y dice las cosas como las piensa, con claridad y con un discurso muy bien armado. Representa a sus votantes contra viento y marea en el Parlamento catalán frente a la deriva nacionalista. Cree firmemente que ha llegado el momento de abrir una nueva etapa política en España «Digamos que de una democracia atada y bien atada, tenemos que empezar a pasar a una democracia fuerte, con ciudadanos adultos democráticamente. Traspasar más poderes a los ciudadanos y menos a las cúpulas de los partidos. Y reformar una serie de cuestiones, desde la ley electoral al sistema de partidos, a la separación de poderes, tan vigente que está en este debate que se ha producido con el poder judicial. O un pacto por la educación que también esta muy vigente, o las administraciones públicas. Esos asuntos son de estado, hay que reformarlo entre todos, y por tanto hay que ponerse de acuerdo»

Cuando uno sube a una tribuna debería aspirar a que, sobretodo, se le entienda.

Muchos ciudadanos se identifican plenamente con él. Dice exactamente lo que quieren oír, y eso, es lo que más les gusta del líder de Ciudadanos. «Cuando uno sube a una tribuna debería aspirar a que, sobretodo, se le entienda y parece que hay gente que sube a una tribuna, un parlamento, una tele o una radio e intenta decir de todo para que no se le entienda lo que quiere hacer de verdad o lo que va a hacer de verdad«

Le preguntamos que queda en él de aquel candidato que apareció desnudo en su primera campaña electoral «Pues yo creo que queda la pasión por lo que hago, el idealismo y las ganas de cambiar las cosas. Y por el camino he aprendido de errores, también hemos tenido aciertos. Y creo que hoy me siento más reforzado y más seguro de lo que estaba en aquel momento

Albert Rivera recibió una amenaza de muerte en forma de cartel con una bala en la cabeza y una carta en su domicilio «Eran unos militantes de Esquerra Republicana de mi pueblo. Pagaron por ello desde el punto de vista judicial, fuimos a juicio, un juicio penal, un año y nueve meses de condena y 3000 euros de indemnización que mi ex pareja y yo le dimos a las víctimas del terrorismo, a la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Yo creo que no puede haber impunidad. Es ejemplar el hecho de llevar esto a juicio y denunciarlo para que la gente sepa que quien la hace la paga. Pero por otro lado, cada vez sentimos más cariño y más apoyo en la calle. Y si que es verdad que hay gente muy radicalizada y muy extremista pero seria injusto no decir también, que cada vez nos tratan mejor«.

El problema separatista en Cataluña, según él, ha crecido por la crisis de España como país.

«El separatismo les ha vendido a los catalanes que el problema de Cataluña es culpa del resto de los españoles con el España nos roba y ese tipo de discursos populistas. Si a alguien le dicen, como dice el programa de Convergencia, que con la independencia tendremos menos cáncer, menos accidentes de tráfico y más trabajo, pues si eso no es populismo» Sobre si esta a favor de la consulta responde con claridad » Yo estoy en contra de la separación, y por tanto, del instrumento de la separación. Quién quiera defender la separación que se busque la vida jurídicamente y democráticamente para hacerla»

Ya son cuatro las encuestas que dan a su partido como tercera fuerza política en Cataluña y él lo ve con esperanza pero también con todas las cautelas. El que haya una minoría emergente de ciudadanos que parece que vaya a confiar en ellos es para Albert Rivera una gran responsabilidad «Solo queremos ese apoyo para poder cambiar las cosas, para tener un gobierno que defienda la unión, la constitución, la democracia, las libertades y el progreso social y económico. No nos interesa lo más mínimo el poder si no es para poder cambiar las cosas

Aspira a una Cataluña donde no tenga que dar explicaciones por lo que siente, por lo que piensa, por lo que habla, por lo que es, por la identidad que tiene, por el periódico que lee, por el equipo de fútbol al que sigue «Una Cataluña de libertades, de tierra de oportunidades. A mi no me gusta hablar de tierra de acogida como dicen en Cataluña, porque yo creo que las tierras no acogen, somos las personas las que nos movemos. Cataluña era un referente para muchos españoles como un lugar dónde ir a trabajar, donde buscar prosperidad. Y eso se está perdiendo. Y a mí me da pena. Mis abuelos vinieron unos después de la Guerra Civil y otros en los años sesenta, y yo no soy de los que reniego de mis raíces. Mucha gente ha levantado esos barrios y ciudades de Cataluña trabajando duro. Y ahora que llegue gente a decir que la solución es separarnos me parece muy poco responsable»

Albert Rivera pertenece a una generación que no ha conocido otra cosa que el nacionalismo «No hemos tenido oportunidad de ver un presidente de la Generalitat que habla en dos idiomas, que se dirige a la gente pensando en todos, que su enemigo no es España, sino que simplemente somos compatriotas, para el que vivir en un país, tener una cultura una historia plural dentro de España, es un patrimonio y no un problema» Su sueño sería ver ese tipo de presidente en Cataluña y gobernando ellos, pues mucho mejor.

Le preguntamos que para cuando el salto a la política nacional. Hay muchos ciudadanos que le esperan. Es consciente de ello y aunque apunta que ya hace política nacional desde el Parlamento catalán defendiendo lo que defienden, no elude la pregunta. Han planteado una plataforma civil, Movimiento Ciudadano, para recoger firmas por toda España y plantear cambios y reformas tanto al ejecutivo como a la oposición «Si en verano u otoño del año que viene esos partidos que gobiernan o pueden gobernar España no asumen que hay que cambiar el sistema, nosotros nos presentaremos a las elecciones en las generales, para que los ciudadanos puedan optar por una plataforma que dice: Yo si voy a cambiar todo esto después de 30 años» Cree que esos partidos están blindando un sistema decadente en lugar de catalizar un cambio Somos escépticos y ese escepticismo nos lleva a pensar que nos podemos presentar»

«Si lo van a confiar todo en mi lo llevamos mal. No creo en mesianismos»

A la pregunta de si es la esperanza blanca de la política española, responde entre risas que espera que no «Si lo van a confiar todo en mi lo llevamos mal. No creo en mesianismos. Lo que si que creo es en un concepto de ciudadanía organizada movilizándose. Que nadie espere de nosotros soluciones mágicas. Yo aplico una frase de Kennedy: No te preguntes que va a hacer tu país por tí sino que vas a hacer tú por tu país. Esto es un trabajo en red, no un trabajo de digamos, de liderazgos, ni de mesías que para eso ya tenemos algunos que se erigen en mesías en mi tierra»

Desde hace años Ciudadanos lidera dos iniciativas, Parlamento Abierto donde reciben a grupos de ciudadanos para debatir en absoluta libertad y reuniones para tomar café «Estamos haciendo algo que es de recibo, que es nuestra obligación, pero que es excepcional, porque nadie lo hace. Yo cuando miro a los ojos de esa gente me veo a mí, veo gente crítica, libre, que dice: Oye, esto es la política no lo que nos venden» Dedica muchísimo tiempo a las redes sociales, lo ve como parte de sus obligaciones. Lleva sus cuentas personalmente y para él son un instrumento magnífico para conectar con la gente. Su sueño sería que en España los políticos pudieran volver a mirar a los ojos a los ciudadanos, recomponer ese divorcio que ha habido entre representantes y representados.

Albert Rivera no para. Le resulta complicado conciliar su vida personal con su vida profesional. Reconoce que es difícil estar al lado de alguien que se dedique a esto pero se organiza para poder ver a su hija, algo sagrado y su prioridad, salir con amigos o ir al gimnasio a desconectar. Su paraíso es el agua, paso muchos años como deportista profesional en una piscina. El mar o una calita en las Baleares para darse un baño es todo lo que necesita. Eso si, siempre con la música como compañia. Escucha música a todas horas, le gusta la buena música, y en sus listas hay tanto cantautores españoles como Sabina o Manolo García, como grupos de rock o flamencos. Estopa, Fito y los Fitipaldis, Bruce Springsteen, música House o música electrónica. De todo. Le encantaría ver en portada de los periódicos el fin de algunas enfermedades «No quiero decir una enfermedad concreta porque he perdido a familiares por diferentes causas tanto de Sida, como de cáncer, como de Alzheimer, tres enfermedades seguramente las más graves que conocemos y con más mortalidad, la vacuna contra cualquiera de esas enfermedades sería una gran noticia a pesar de haber perdido ya a gente tan querida»

¿Cree que para gobernar en Cataluña es necesario saber la primera estrofa del Virolai? «No,precisamente queremos una Cataluña donde saberse el Virolai, o me da igual, o cantar una canción de cualquier grupo flamenco o de rumba catalana, no sea determinante. Me parece que ese tipo de cosas nunca deberían haber salido de la vida privada. Yo por ejemplo el himno de Els Segadors nunca lo canto. Y no creo que deje de ser más catalán o menos que quién lo canta cada día. Simplemente, primero porque soy poco de himnos, y segundo, porque la letra de ese himno pues me parece que justamente pone nuevamente en conflicto a Cataluña con el resto de España, cosa que no me parece bien. Yo creo que los himnos deben ser en todo caso lugares comunes de unión de los ciudadanos. Y en este caso, pues quien lo escogió, pues supo como escogerlo porque era justo la letra donde lo que es, es un enfrentamiento permanente entre Cataluña y el resto de España»