Alba Flores.
Una nueva Flores en el firmamento.
El Tiempo Entre Costuras la ha colocado de nuevo en el candelero pero la carrera de Alba ha sido contudente hasta ahora. Papeles en obras de teatro, cine y televisión avalan a la pequeña del clan Flores. Ella tiene los pies en el suelo y sabe que esto de la fama es efímero «Es lo que tiene todo este asunto de la fama de la televisión, que eres novela un día y a la semana ya no, ya la novela es otra cosa. Lo mejor de todo es recibir el cariño de la gente y estoy recibiendo una buena acogida de mi trabajo, es lo que más me importa, que la gente se acerca a mi a decirme cómo les gusta mi personaje y cómo no y lo bien que se lo pasan con el»
El personaje de Jamila le ha aportado una gran experiencia, trabajar en una de las series más exitosas del momento y descubrir que en su profesión hay que viajar, y que esta combinación trabajo viaje le apasiona. Las casualidades de la vida, además, hacen coincidir la serie de Antena 3 con el estreno de su siguiente trabajo. Un papel con el que Alba nos va a volver a sorprender, esta vez como Samira, una mujer de la casta dálit.
Se estrena en Televisión española la Tv Movie de Vicente Ferrer, protagonizada por Imanol Arias «Yo tengo muchas ganas de verla porque no he visto nada. De El Tiempo Entre Costuras si había visto el primer capítulo, y sabía que iba a ser una barbaridad, pero de esto no he visto nada, aunque confió mucho porque ha sido una experiencia muy especial, fuera de lo común»
El rodaje en la India y conocer el trabajo realizado por Vicente Ferrer ha sido para ella todo un descubrimiento «Esa tierra marca, así sola, sin Vicente Ferrer. Y luego ya, Vicente Ferrer, su famila, su obra, es algo que no te deja indiferente. Porque es lo típico, que uno se pone como escéptico cuando se lo cuentan, o lo ve, o lo oye, o lo lee. Éste hombre, que se fue allí e hizo lo que hizo. Y cuando llegas allí y ves cómo lo hizo y el efecto que ha tenido en la gente de ese pueblo, alucinas, yo he alucinado. O sea, para mi ha sido, creo, que la experiencia más extrema que he tenido en mi vida. Y me decía todo el mundo, ten cuidado que la India te cambia. Pues mira, yo creo que un poco, y bienvenido sea el cambio»
Alba es una mujer con un físico imponente, alta, morena, de raza. Se ha preparado a fondo para poder dedicarse a lo que ama, la interpretación. Ella quería ser inventora pero descubrió, cuando tenía trece años viendo sus primeras películas para adultos, que quería dedicar su vida a hacer cosas así para los demás. Lo que más le gusta de su profesión es poder meterse en diferentes pieles y en diferentes maneras de pensar, porque aporta riqueza a su vida. Ella no cree en eso de apellido Flores igual a talento «Yo diría que Flores es igual a trabajo. O sea, talento no lo sé, pero trabajo seguro. Vamos, yo veo que toda mi familia nos dejamos el lomo en lo que hacemos»
De su padre cree que ha heredado el sentido del humor, el don de gentes, la curiosidad por la cosas y sobretodo la inquietud. De su padre y de su madre, la inquietud por leer, investigar, conocer y aprender. Le preguntamos por su madre que debe de derretirse viéndola cantar y actuar «Mi madre, bueno mi madre, que te voy a decir. Mi madre se derrite haciendo yo lo que haga. Aunque si puede ser objetiva a veces conmigo en el sentido artístico. Ella me da su opinión sobre mis trabajos, y yo la busco también. Siempre voy a tener su opinión en cuenta. Pero es mi madre, yo creo que se le cae la baba con lo que haga».
Lo que más admira de Antonio Flores como artista, ahora que lo ve con la perspectiva del tiempo, es el coraje y la valentía que tuvo para hacer lo que él quería y no lo que los demás querían que hiciese. Su autenticidad y lo fiel que fue a si mismo.
Hay algo que Alba si ha heredado, la voz y el gusto con el que cantaba su padre. En 2009 grabó un tema de Antonio Flores, No puedo enamorarme de ti, para la banda sonora de la película Al final del Camino. Le preguntamos si no ha pensado en dedicarse a la canción y responde entre risas «Bueno, como para no pensarlo. Quiero decir, toda mi familia se dedica a eso. Cada dos por tres me cruzo con alguien que me plantea esta pregunta. No sólo periodistas, gente de mi vida que me dice: Pero tu Alba ¿por qué no? Y sinceramente no lo sé. No me sale. Yo siempre digo que si en algún momento me saliese, lo haría. No sé, no siento ese deseo con tanta fuerza como para dedicarme a eso»
Alba Flores se ha mantenido siempre en un plano discreto tanto en su vida personal como en su vida profesional. Ha ido haciendo su camino a su manera, con las cosas muy claras, con esfuerzo y trabajo. Habría podido apoyarse en su apellido, en el tirón que tiene su familia pero no lo ha hecho «Ha habido veces en mi vida, sobretodo cuando era más pequeña, que yo elegí, se anteponía el estudiar, a digamos, trabajar directamente. Yo creo que el camino ha sido así por gusto. Tampoco se me ocurre mucho ahora mismo cómo podría yo utilizar… Creo que también es un poco una fantasía colectiva que tiene la gente que porque tengas determinado apellido todas las cosas se te ponen más fáciles» Ella cree que algunas es posible que si pero que otras se te ponen más difíciles.
Como actriz se arranca con todo como dice ella. Le encantan los retos, la versatilidad. Lo que más le gusta es meterse en cabezas diferentes y todo lo que le aporta, otra cosa es como la quieran poner o colocar «Ojalá pueda yo ir haciendo, ir abriendo vidas, pero no me quejo. Me ha tocado ir a Marruecos, me ha tocado ir a la India y vivir cosas maravillosas así que si tengo que hacer papeles de este tipo toda mi vida tampoco me voy a quejar»
Alba Flores tiene mucho futuro por delante. Sus metas a corto plazo seguir trabajando y viajando, una experiencia a la que se ha quedado totalmente enganchada. Y a largo plazo hacer su pequeña aportación al teatro y tener una compañia experimental y sacar proyectos adelante que tengan que ver con el teatro social, algo que le gusta mucho.
Sea lo que sea, con su talento y con su trabajo, hay una nueva Flores en el firmamento.